Por la mañana, el ministro para el Cumplimiento del Programa de Gobierno, Gianfranco Rotondi, había advertido que el gobierno necesitaría por lo menos tres semanas para conseguir la aprobación de las reformas prometidas a la UE y los mercados respondieron con una baja generalizada, hecho que obligó a la Presidencia a emitir un comunicado en el cual se asegura que no existe "incertidumbre" alguna sobre la renuncia de Berlusconi. "Ante la presión de los mercados financieros sobre los títulos del Estado italiano, que llegó a niveles alarmantes, hay que disipar todo equívoco o incomprensión", advirtió Napolitano.

Napolitano además aclara que los presidentes de la Camára de Diputados y del Senado, junto con la oposición y la mayoría gubernamental, acordaron someter "en pocos días" a votación la ley que contiene las medidas exigidas por la UE para reducir la colosal deuda pública de Italia, que llega al 120 por ciento del PIB (1,9 billones de euros).

"Inmediatamente y con rapidez se consultarán las partes para solucinar la crisis y por tanto en un tiempo breve se formará un nuevo gobierno (...) o se disuelve el Parlamento para dar inicio a una campaña electoral que tendrá que celebrarse también en un plazo corto", agrega el comunicado. "Los temores de un largo período de inactividad del gobierno no tienen fundamento", concluye.