El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero decidió en mayo pasado encargar a esta comisión -integrada por 12 personalidades del mundo académico- un estudio sobre el futuro de este conjunto arquitectónico, denominado Valle de los Caídos, situado a 50 kilómetros de Madrid y coronado por una cruz gigante, que comenzó a construirse en 1940 por presos republicanos y comunes.

De acuerdo a las conclusiones hechas públicas, la comisión recomienda "resignificar" todo el conjunto para rendir memoria y respeto a los 33.847 españoles enterrados en el recinto y que murieron en la Guerra Civil.

El cadáver de Franco es el único que está enterrado en el interior de la Basílica, junto con el de José Antonio Primo de Rivera, fundador de Falange Española, y que murió durante la guerra. Por ello, los expertos creen que los restos de José Antonio pueden permanecer en el Valle de los Caídos, pero fuera de la Basílica, junto a los otros fallecidos, a diferencia de los de Franco.

La comisión aclara que para exhumar el cuerpo de Franco se requiere la autorización de la Iglesia Católica, ya que la Basílica es un lugar de culto.

Y respecto a todas las recomendaciones que hacen, subrayan que "serían inviables si no hay acuerdos parlamentarios" amplios, tras reconocer que se trata de un asunto delicado y que puede herir sensibilidades.

Los expertos afirman que "hasta ahora" el Valle de los Caídos representaba solo "la memoria de una parte" de la contienda, a pesar de que los enterrados allí eran tanto del bando franquista como del republicano. "Necesitamos resignificar ese conjunto para que sea un lugar para la memoria de los muertos en la Guerra Civil", señaló el exrector universitario Virgilio Zapatero al exponer las conclusiones del informe.

El Valle de los Caídos es actualmente lugar de peregrinación de los nostálgicos del franquismo, que acuden allí cada 20 de noviembre, para conmemorar el aniversario de la muerte del dictador, ese día de 1975.