Nilda Garré respondió así a la vicejefa de gobierno porteño, María Eugenia Vidal, quien ante el pedido de los profesionales del Santojanni, deslindó la responsabilidad de la seguridad en los hospitales porteños. "Es un delito de competencia de la Policía Federal en una zona a la que la Metropolitana todavía no ha llegado", se atajó la exministra de Desarrollo Social macrista.

Para Garré, sin embargo, "sería tan absurdo como que nosotros pidiéramos custodia de la Metropolitana para los edificios del Gobierno nacional por estar en la Ciudad de Buenos Aires. (...) Además, a través de un decreto de febrero de 2011 el Gobierno de la Ciudad denunció los convenios y afirmó que, como la Policía Metropolitana estaba en plena expansión no era necesario mantener los 500 efectivos de la Federal" que custodiaban los centros de salud. La ministra de Seguridad agregó que luego de la rescisión del contrato de los servicios adicionales de la Federal, "y para fortalecer la presencia policial en la calle, para garantizar la seguridad general" el Ejecutivo retiró "todo el sistema de adicionales". A partir de entonces, añadió, "la Metropolitana debía hacerse cargo de la custodia de sus edificios", con fuerzas propias o privadas.

El reclamo de los profesionales fue planteado por el presidente de la Asociación de Médicos del Hospital Santojanni, Marcelo Struminger, quien además denunció que allí se redujo en los últimos meses la cantidad de pacientes porque "la gente tiene miedo" de concurrir. "Es un tema para que las autoridades de Seguridad, sean de la Nación, la Ciudad o de Naciones Unidas, intervengan ya", advirtió durante una conferencia.

Ayer, un grupo de barrabravas de Nueva Chicago, identificado como Los Perales, irrumpió en el hospital para intentar vengar la muerte de uno de sus compañeros, Agustín Rodríguez, de 27 años, quien fuera asesinado de un golpe en la cabeza, aparentemente en represalia por las heridas sufridas por el primero de los hinchas heridos, Aldo Barralda, perteneciente al otro grupo que disputa el control de la hinchada del club, quien permanece internado y corre el riesgo de perder el bazo.