Barrionuevo, por su parte, había convocado a Moyano a alcanzar un acuerdo antes del Congreso de octubre, y había advertido que "estar enfrentados a muerte con el Gobierno no sirve". Además, había reconocido que "Moyano, a esta altura de los acontecimientos, sabe que no tiene la mayoría" por lo que había propuesto "buscar caras nuevas y unirnos en pos de una agenda común".

Sin embargo, y sin descartar su participación en un proceso de unificación en la central obrera siempre y cuando el sector moyanista llame al diálogo, el titular de la UOM salió a desmentir las versiones que lo bajaban de su candidatura en el sector enfrentado a la CGT Azopardo, por problemas de salud. "Tuve un piquito de presión en las comidas", minimizó, pero "luego de un chequeo médico en el día de ayer los facultativos me dijeron que podía seguir normalmente con mis actividades gremiales".

"Estoy en la cancha nuevamente" y "no tengo idea" quién hizo circular "eso" de la declinación. "Si juzgara a alguno, sería inconveniente", por eso "vamos a dejar todo como trascendió, estamos nuevamente en pie, no tengo mayores problemas. En la UOM trabajo 12 horas por día", aseguró Caló, quien ratificó que está "a disposición de los compañeros" que lo postulan como el próximo líder del sector integrado por los Gordos, independientes y algunos barrionuevistas.

"Si los compañeros quieren que Caló siga siendo el candidato a secretario general de la CGT, yo estoy a su disposición (...) Hoy me puse en contacto con algunos dirigentes sindicales a quienes les expresé que el chequeo médico salió bien y que seguía como candidato", concluyó