En el marco de la reunión de cancilleres de las dos regiones, que antecede al encuentro entre jefes y jefas de Estado que se desarrollará mañana, Héctor Timerman destacó que "recibimos un apoyo extraordinario, muy solidario de todos los países de América del Sur y de los países árabes en el tema Malvinas". El canciller auguró también que la cumbre de Lima llegará a una "posición conjunta" acerca de la guerra civil que sacude a Siria: "Estamos todos a favor del fin de la violencia en Siria y hacemos un llamamiento al respeto a los Derechos Humanos, a respetar el disenso y también a la no interferencia de ejércitos extranjeros en un conflicto nacional".

Las actividades de la III Cumbre América del Sur-Países Árabes (ASPA), en la que participan la Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela, por un lado, y por la Liga Arabe Argelia, Bahrain, Comoras, Egipto, Emiratos Arabes Unidos, Irak, Jordania, Kuwait, Líbano, Libia, Mauritania, Marruecos, Omán, Autoridad Nacional Palestina, Qatar, Arabia Saudita, Somalia, Sudán, Túnez, Yemen y Yibuti, y de la cual solo están excluidos Paraguay y Siria, suspendidos por sus respectivos bloques regionales, comenzaron con la puesta en marcha del Consejo de Ministros de Relaciones Exteriores y de la Cumbre Empresarial.

Los cancilleres, bajo el liderazgo de su anfitrión, Rafael Roncagliolo, empezaron a definir los últimos detalles de la Declaración de Lima, que ya fue redactada en reuniones previas, la última de ellas la semana pasada en Nueva York. "La cita es una oportunidad para concretar los esfuerzos de cooperación en diversas áreas y constituir una nueva fuerza en el mundo, conformada por los 22 países árabes y 12 suramericanos", dijo Roncagliolo.

La Declaración estará dividida en tres partes, según anticipó la vocera de la cancillería peruana, Gloria Olivares: la primera con lineamientos generales sobre los intereses mutuos de los dos bloques, la segunda referida a áreas de cooperación y una tercera destinada al sector económico".

Aunque la Cumbre abarca todos los ámbitos de acercamiento entre dos bloques, el capítulo comercial y económico tendrá un lugar central, lo que se refleja en la Cumbre Empresarial, en la que participan alrededor de 400 personas. Durante su apertura, el presidente del Perú, Ollanta Humala, definió a la infraestructura, la seguridad alimentaria, la energía y lo recursos naturales como los ejes temáticos básicos. "La materialización de mayores oportunidades de negocios entre el mundo árabe y América del Sur demandan mayor conocimiento recíproco de las oportunidades de comercio e inversión que existen entre nuestras regiones y el establecimiento de condiciones que permitan un beneficio mutuo entre los empresarios de nuestros pueblos", dijo Humala. El mandatario hizo énfasis en la necesidad de que los dos bloques avancen en el camino hacia la exportación dr productos con valor agregado, pero resaltó la potencialidad de América del Sur como abastecedor agrícola del mercado árabe.

Solo cuatro de las delegaciones árabes estarán encabezadas por sus jefes de Estado, las de Jordania, Líbano, Qatar y Túnez, pero las demás tendrán delegaciones con amplias facultades. Por Sudamérica, la Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Perú y Uruguay estarán representadas por sus presidentes. Los mandatarios de Guyana, Suriman y Venezuela desistieron por diversos motivos pero también estarán representados por funcionarios de alto nivel.

"Tenemos muchos deseos de consolidar esta integración que es importante en esta Cumbre, en que se van a tocar temas importantes en aspectos sociales y compartir experiencias como las políticas sociales que estamos desarrollando, garantizar las inversiones y tener una alianza profunda con los países árabes que cuentan con muchos recursos económicos", afirmó Evo Morales, presidene de Bolivia y primer mandatario en llegar a Lima.