Miércoles, 24 de octubre de 2012 | Hoy
14:55 › ESPAñA
A pesar de la masiva movilización de ayer, la mayoría absoluta del gobernante Partido Popular (PP) en la Cámara de Diputados aprobó el presupuesto 2013 enviado por el Ejecutivo de Mariano Rajoy pese al rechazo de toda la oposición. El PP ignoró todas las enmiendas que presentaron las fuerzas contrarias al gobierno, que coincidieron en calificar las cuentas del gobierno de España como “irreales” y “falsas”.
Tras casi ocho horas de debate, el bloque oficialista sólo consiguió convencer a un diputado de la también derechista UPN (Unión del Pueblo Navarro) y la abstención del Foro Asturias (FAC). De esta forma, las enmiendas a los presupuestos recibieron 148 votos a favor, 179 en contra y una abstención. El proyecto de presupuestos continuará ahora su trámite en comisión y el informe definitivo será debatido el 13 y 15 de noviembre.
El ministro de Hacienda español, Cristóbal Montoro, provocó la furia de la oposición al asegurar que el gobierno presentaba “los presupuestos más sociales de la historia de la democracia española”. El líder del Partido Socialista (PSOE), Alfredo Pérez Rubalcaba, le exigió que retire el presupuesto porque “son las cuentas menos sociales de la crisis” y “propias de un país intervenido y rescatado”.
“Dígale eso a los que están dando vueltas por los contenedores de basura”, lo apuntó hoy a Montoro el portavoz de los independentistas de Esquerra Republicana de Cataluña (ERC), Alfred Bosch.
Durante el largo debate, la oposición dejó claro que no confía en las previsiones económicas del gobierno de Mariano Rajoy –que el PBI vaya a caer un 0,5 por ciento el próximo año-, ni en que pueda cumplir con el objetivo de déficit 4,5 por ciento para este año, y mucho menos que Rajoy no vaya a aprobar un nuevo ajuste, solicite o no un rescate soberano a sus socios europeos.
Ayer, coincidiendo con la primera jornada de debate del presupuesto, miles de personas se manifestaron ayer en las inmediaciones de la sede parlamentaria convocadas por la coordinadora del 25-S (25 de Septiembre), creada con la propuesta de rodear el Congreso hasta conseguir la dimisión de Rajoy. Fue la cuarta protesta de este tipo en un mes y, a diferencia de las anteriores, fue menos numerosa y no se produjeron incidentes importantes.
Los manifestantes denunciaron los “presupuestos infames de la deuda”, que traerán “más miseria” y aseguraron que no renuncian a exigir la dimisión del gobierno “títere de los dictadores de la troika” y a la “apertura de un proceso constituyente”.
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