La mujer, de 33 años y origen guineano, quien no había sido vista en público desde agosto del año pasado, se hizo presente en la audiencia de hoy por pedido del juez Douglas McKeon. Los términos del acuerdo, que evitará al exdirector del FMI seguir adelante con el juicio y arriesgarse a una dura condena por un tribunal popular, no se han dado a conocer, aunque los rumores hablan de seis millones de dólares.

El acuerdo económico no significa una confesión de culpabilidad, pero evita al acusado dar su versión de los hechos. La mucama había acusado a Strauss-Kahn de obligarlo a realizarle una felación en una habitación del hotel Sofitel de Manhattan. Luego de ser detenido en el aeropuerto JFK de Nueva York y pasar unos días en la prisión de Rikers Island y luego bajo un estricto arresto domiciliario en la Gran Manzana, el socialista francés reconoció haber tenido una relación sexual "inapropiada", pero afirmó que fue consensuada y sin violencia.

Los cargos penales que en principio fueron impulsados por la fiscalía de Manhattan fueron dejados de lado tres meses más tarde, por las inconsistencias y contradicciones en la declaración de la mucama, lo que supuso un increíble vuelco en el caso.

Ahora, DSK resolvió sus problemas con la justicia estadounidense, aunque sigue estando inculpado en Francia en el marco del caso del hotel Carlton, que concierne a la organización de fiestas con prostitutas. En ese caso, los abogados defensores pidieron que el proceso se declare nulo por las dudas sobre la imparcialidad de los jueces de instrucción. La justicia francesa se pronunciará al respecto el 19 de diciembre.

Separado de Anne Sinclair, con quien estaba casado en el momento de los hechos de Nueva York, Strauss-Kahn ha iniciado en los últimos meses un lento regreso a la escena pública como consultor y conferencista.