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Trimarco aseguró, además, que no lucha sólo por su hija sino "por muchas hijas" que pudieron ser rescatadas a lo largo de los últimos diez años. El proceso judicial, que lleva diez meses, no permitió determinar qué sucedió con la joven tucumana y ahora la expectativa se centra en saber si el tribunal considerará culpables o inocentes a los 13 imputados en la causa.

La madre de Marita Verón -quien se convirtió en una referente de la lucha contra la trata de personas en todo el mundo- ayer recibió de manos de la presidenta Cristina Kirchner el premio Azucena Villaflor por su trayectoria en la defensa de los derechos humanos: "Sentí una emoción muy grande y orgullo de que la Presidenta entregara esta distinción. En ese abrazo tan fuerte que nos dimos sentí de verdad el afecto y el cariño de ella", dijo Trimarco, quien recibió el premio en el marco de los festejos por los 29 años de democracia ininterrumpida.

En diálogo con la agencia oficial Télam, Trimarco, quien desde la desaparición de su hija dirige la Fundación María de los Angeles, destacó la ayuda "de bajo perfil" que le brindaron tanto el expresidente Néstor Kirchner como Cristina, y advirtió que "sin esa ayuda no podría estar haciendo todo lo que hago". Reconoció estar "muy ansiosa" por la sentencia que se conocerá mañana, y agregó que "la Justicia no tenía la menor intención de hacer este proceso y, hoy, pudimos desnudar el delito de la trata de personas y sentar a estos delincuentes que se dedican a destruir familias".

Los fiscales y los abogados querellantes solicitaron penas de hasta 25 años para los imputados, mientras que los defensores pidieron la absolución de sus clientes. Según la hipótesis aportada por el fiscal Carlos Sale, Marita Verón fue secuestrada en la esquina de Santiago del Estero y Thames, en la capital tucumana, la mañana del 3 de abril de 2002, cuando se dirigía a la Maternidad para realizarse unos estudios médicos. El autor material del secuestro habría sido Víctor Angel Rivero, por orden de su hermana María Jesús Rivero, sindicada autora intelectual.

El destino de Marita, una vez secuestrada, según el fiscal, fueron los prostíbulos de La Rioja, “Candy”, “Candilejas” y “Desafío”, pertenecientes a Irma Lidia Medina y sus hijos, Gonzalo y José “Chenga” Gómez. Sale pidió las penas más duras -25 años- para estos cinco imputados, además de Daniela Milhein, quien habría tenido a Marita en su casa antes de ser enviada a La Rioja, y su expareja, Alejandro González.

Los otros imputados, Humberto Derobertis, Paola Gaitán, Mariana Bustos, Carlos Luna, Azucena Márquez y Domingo Andrada fueron considerados como partícipes secundarios, por lo que la Fiscalía pidió una condena a 12 años de cárcel.

La lectura del fallo de la Sala II de la Cámara en lo Penal de Tucumán, integrada por los jueces Alberto Piedrabuena, Emilio Herrera Molina y Eduardo Romero Lascano, se realizará mañana, por la tarde, ya que por la mañana, las acusadas Márquez y Medina, además de los hijos de esta última, tendrán la posibilidad de hablar antes del fallo.

El derecho a hacer uso de la palabra ya fue ejercido por los otros 9 imputados y todos se declararon inocentes de los delitos de sustracción, retención y ocultamiento agravado por su condición de mujer, en concurso con el delito de promoción de la prostitución, en perjuicio de Marita.

El tribunal también deberá resolver el pedido del querellante José D'Antona de que sean investigados Rubén “La Chancha” Ale, exesposo de Rivero; el exgobernador de Tucumán, Julio Miranda, y otros exfuncionarios, señalados como la pata política y policial del negocio de la trata en la conexión Tucumán-La Rioja.