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Con el visto bueno del Consejo de Seguridad, Araud resaltó que "todos reconocieron que actuamos cien por cien dentro del terreno del derecho internacional". Francia inició su ataque con el argumento de combatir a tres grupos de islamistas: Al Qaeda en el Magreb Islámico (Aqmi), el Movimiento por la Unidad y la Jihad en Africa del Oeste (Mujao) y Ansar al Dine (Defensores del Islam), los que suplantaron a los rebeldes independentistas Tuareg en el control de las norteñas ciudades de Kidali, Tombuctu y Gao.

Además, para justificar su intervención, París esgrimió el artículo 51 de la carta de la ONU que menciona "el derecho de legítima defensa, individual o colectiva, en casos donde un miembro de las Naciones Unidas fuera objeto de agresión externa".

En ese sentido, Araud subrayó que Rusia --país que se opone a la intervención en la guerra civil en Siria por respeto a la soberanía-- elogió a su país por actuar respetando las resoluciones de la ONU.

Durante la jornada, a pesar de los bombardeos franceses, los islamistas lograron tomar una pequeña localidad en el centro del país y acercarse más a la capital Bamako. En el cuarto día de intervención, la ofensiva francesa castigó en particular las bases militares o de entrenamiento de los insurgentes en el norte del país, controlado por los islamistas desde hace nueve meses.

Araud señaló la necesidad de que pronto intervengan tropas africanas. "Su comandante máximo, un general nigeriano, ya se encuentra en la capital (de Mali), Bamako. Ahora las tropas deben ser trasladadas lo más rápido posible al país", instó el francés. En lo que se refiere a las tareas logísticas, Araud recordó que Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Bélgica, Dinamarca y tal vez Alemania ya se han comprometido a brindar ayuda.

En la madrugada del lunes, los aviones Rafale y Mirage y los helicópteros Gazelle franceses tuvieron como blancos principales los bastiones rebeldes de Gao, donde habría más de 60 islamistas muertos, según Radio France Internacional (RFI). También atacaron Douentza y Aghabo, en el oeste del país, "un punto difícil", según el ministro de Defensa francés, Jean-Yves Le Drian, por "la fuerte oposición de grupos bien entrenados y fuertemente armados".

Por su lado, los islamistas amenazaron a Francia con tomar represalias, tanto en su propio territorio como en el extranjero, por su intervención. "Francia ataca al Islam. Nosotros vamos a golpear en el corazón de Francia. En el nombre de Alá, vamos a golpear a Francia en todos lados. En Bamako, en Africa y en Europa", declaró uno de los responsables de Mujao, Abou Dardar, en un video publicado en la web.