La medida supera los límites que impone la Constitución española y abre un conflicto con el gobierno central del derechista Partido Popular (PP), que ya había manifestado su oposición a aceptar la escisión del Estado catalán de España.

Cinco diputados socialistas no votaron por discrepancias con su partido, los representantes del PP catalán se retiraron de la sesión y los denominados "ecosocialistas" de Iniciativa per Catalunya Verds (ICV) se sumaron posteriormente al acuerdo tras una mínima modificación del texto original, al que se le eliminó la referencia del "Estado" en el marco europeo.

A cambio exigieron que el texto hiciera hincapié en el "derecho a decidir del pueblo de Cataluña" para que se abriera la posibilidad a que se pudieran debatir otros proyectos en el futuro, y no sólo la opción de la independencia.