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Los combates ocurrieron en el municipio Policarpa, región cercana a Ecuador, y en la cual las FARC tienen una importante presencia. Según el Ejército colombiano, el hecho ocurrió cuando los militares intentaban evitar el ingreso de los guerrilleros al centro poblado.

La muerte de los soldados sigue al secuestro de dos agentes de la policía la semana pasada en el departamento de Valle del Cauca, episodio que el jefe negociador del gobierno, Humberto de la Calle, repudió y consideró como una "respuesta equivocada que atenta contra el proceso".

Tras los dos hechos denunciados por fuentes oficiales, la delegación del gobierno viajó a La Habana para retomaro los diálogos. Según De la Calle consideró que con el secuestro de los dos policías la guerrilla busca conseguir un alto el fuego bilateral, opción que el gobierno ha rechazado reiteradamente. "No nos vamos a dejar presionar para que hagamos un cese de operaciones militares", sentenció el delegado.

La FARC declararon una tregua unilateral entre el 20 de noviembre y el 20 de enero, sin embargo, el gobierno continuó con las operaciones militares y el 31 de diciembre, trece guerrilleros murieron en un bombardeo de las fuerzas militares en el departamento de Antioquia.

Tras el fin de la tregua unilateral, las FARC comenzaron a realizar ataques contra la infraestructura petrolera y luego ocurrieron los dos episodios denunciados por el Ejecutivo colombiano. La guerrilla se manifestó dispuesta a continuar el diálogo de paz en La Habana e incluso mantiene el pedido de una tregua bilateral, pero rechazó discutir "asuntos de la confrontación" en la mesa de negociaciones.

Al llegar hoy al hotel de La Habana donde se reanudaron las conversaciones, el representante de las FARC señaló que el ex vicepresidente Humberto de la Calle "ha reiterado que la orden presidencial de la fuerza pública es seguir persiguiendo a las FARC en todo el territorio nacional" y consideró "insensato que mientras se hacen declaraciones de escalar la guerra se eleven quejas por las consecuencias que esta desata".

Por eso, las FARC insisten en su propuesta que contempla también un "tratado de regularización de la guerra" con el presidente Juan Manuel Santos y reafirmaron que buscan una paz "con justicia social" para Colombia.

El jefe insurgente lamentó que en Colombia una "élite" se niegue a acceder a cambios sociales para "no perder sus privilegios". Por su parte, De la Calle y el resto de la delegación gubernamental entró, como siempre, sin hacer declaraciones a las nuevas sesiones.

La agenda de conversaciones en La Habana incluye el desarrollo rural, las drogas ilícitas, el abandono de las armas, la participación política y la reparación a las víctimas.