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Los policías de la Bonaerense Leonardo Brandán, Mauro Ponti, Luis Acuña, Rubén Steingruber y Natalio De Nardis estaban imputados como “coautores” del delito de “torturas seguidas de muerte” por el crimen de Gastón Duffau, de 33 años. La querella y la fiscalía habían pedido perpetua para los cinco. El sexto acusado, David Mansilla, se suicidó estando detenido durante el primer juicio, cuando había pedido una audiencia para ampliar su declaración.

El 22 de febrero de 2008 Duffau fue subido a una camioneta policial en un McDonald’s en Ramos Mejía, luego de ser denunciado por los vigiladores de la cadena de hamburguesas, alrededor de las nueve y media de la noche. Los testigos afirmaron que ofreció resistencia y que forcejeo con la seguridad privada y con la policía, pero no notaron que tuviera el cuello quebrado. Una hora después, tras un breve paso por la comisaría, fue bajado esposado y muerto en el hospital de Haedo, con el cuello fracturado y repleto de moretones.

La primera autopsia se realizó en presencia de las jerarquías de la Bonaerense local, la fiscal Silvana Breggia (luego apartada del caso) y Falomo Sileno, el perito que sostuvo que Duffau había sido atropellado por un auto una semana antes y había permanecido todo ese tiempo con una fractura en el cuello. Luego, por orden de la procuradora bonaerense (en función acusadora) María del Carmen Falbo se realizó una segunda pericia al cuerpo de Duffau. Los peritos enviados por la Procuración hallaron 90 lesiones no vistas por Sileno y confirmaron que fue asfixiado.

Sin embargo, los jueces del Tribunal Oral 5 de La Matanza, Gabriela Silvia Rizzuto, Matías Mariano Deane y Javier Mario González, que llevaron adelante el juicio en 2009, no tomaron en cuenta el segundo dictamen y absolvieron a los acusados. El caso lo tomó Casación, por apelación de la querella, y terminó anulando el fallo absolutorio y ordenando un nuevo juicio. Ahora el Tribunal Oral 4 de La Matanza repitió la sentencia que declaró inocentes a los policías y apuntó que la investigación debería enfocarse en los empleados de seguridad de Mc Donald's. A pesar de cuestionar la forma en que se realizó el traslado de Duffau ("no actuaron con la prudencia debida"), según los magistrados "los acusados no tenían porque saber ni siquiera sospechar" que estaba gravemente herido.

El abogado de la familia Duffau declaró que "es un fallo injusto" y adelantó que apelarán junto a la Fiscalía ante la Cámara de Casación. Por su parte, Miguel Racanelli, defensor de tres de los policías que fueron absueltos, ratificó que sus asistidos "no tuvieron nada que ver" con la muerte y sostuvo que en la investigación del caso se omitió indagar lo que sucedió previo al arresto en la casa de comidas rápidas. Racanelli acusó a los familiares de Duffau de querer "sacar un juicio con una condena para poder hacerle una demanda al Estado".