Tras el "baño de reconciliación" pedido por el gobernador cordobés, Pisoni rechazó la propuesta y expresó que De la Sota proviene de "un sector del peronismo opositor fuertemente ligado a la última dictadura militar". Afirmó que sus declaraciones se producen "en momentos en que están avanzando las causas por los cómplices civiles, como Papel Prensa, en la que están involucrados el Grupo Clarín y La Nación, y el procesamiento de Carlos Blaquier (del ingenio de Ledesma)". "Se oponen a la política de derechos humanos del gobierno nacional y no quieren que sigan avanzando los juicios por delitos de lesa humanidad porque no simpatizan y tocan intereses empresariales", remarcó. "No olvidamos, no perdonamos y no nos reconciliamos. No vamos a retroceder un paso en este proceso de memoria, verdad y justicia", manifestó.

En tanto, Taty Almeida, sostuvo que "ellos quieren la ley que se tomó en África, saber la verdad pero no hacer justicia, porque lo que no aceptan es que la justicia legal llegue a todos los genocidas y a sus cómplices".

Por su parte, el legislador porteño y nieto recuperado, Juan Cabandié, opinó que "no es posible descafeinar los delitos de lesa humanidad". Afirmó que "esas posturas de pacificación son las que promueven desde algunos sectores de la oposición para arrodillarse ante Magneto, que él tiene las manos sucias porque consiguió Papel Prensa en una sala de torturas".