"Lo que hoy estamos inaugurando aquí es soberanía, además de alta tecnología", expresó Cristina al encabezar el acto en la empresa estatal rionegrina de tecnología INVAP, y manifestó su orgullo por ser "la Presidenta de la renovación general científica". Remarcó que "la base de un país es la educación" y destacó que la Argentina "destina 6,5 por ciento de su PBI a la educación, y por eso hay Conicet, universidades y escuelas".

Además, hizo mención al crecimiento del Invap en los últimos años, al remarcar que pasó de facturar 30 a 200 millones de dólares, y destacó "la resistencia de los científicos a quienes en los `90 los mandaron a lavar los platos". Recordó que "Argentina fue un país de tradición tecnológica en el pasado", aunque "no lo dejaron" continuar por la misma senda.

Rememoró que el país "había alcanzado gran desarrollo, nuestras Fuerzas Armadas habían desarrollado un misil, el Cóndor y fuimos obligados a desmontarlo". Aclaró que "no tenemos vocación de hacer armas de guerra", pero sostuvo que "no era esto lo que molestaba a algunos, sino que alcanzáramos un alto desarrollo tecnológico que nos volviera competitivos". También resaltó que Néstor Kirchner "pensó ARSAT en el año 2005, cuando estaba al mismo tiempo renegociando la deuda".

En otro tramo de su discurso, la mandataria defendió la recuperación de la petrolera YPF y dijo que "el gas que nos falta es el gas que se vendió a Chile en la década del '90 a precios irrisorios". Durante el acto también inauguró el contrato de ampliación del Gasoducto Cordillerano y resaltó el volumen de inversiones en la Patagonia a pesar de la reducida población. Sostuvo que "para los patagónicos era difícil que nos llegaran inversiones", y agregó que "cuando uno piensa en el país cada pueblo es importante para su gobierno".