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El presidente francés aseguró que las reformas que propondrá "en los próximos días" tendrán como objetivo evitar que se repitan tragaedias como el naufragio frente a las costas de la isla italiana de Lampedusa, en el que murieron al menos 289 personas, y se centrarará en la "prevención, solidaridad y protección", pero no dudo en afirmar que "si tenemos que reforzarlas, estoy dispuesto a hacerlo, pero la solución tiene que ser Europea".

En tanto, su ministor de Interior informó que en los ocho primeros meses del año Francia expulsó a 18.126 inmigrantes sin papeles, y que a finales de 2013 su número será de unos 21.000, la misma cifra que el año anterior. De esa manera, el funcionario salió a defenderse de un artículo publicado por el diario "Le Figaro" titulado "Clandestinos: fuerte baja de las expulsiones".

El ministerio detalló que las estadísticas que la expulsión a sus países de origen de 36.800 extranjeros el pasado año en realidad contabilizaba las salidas de personas que recibieron las llamadas "ayudas al retorno humanitario" o "ayudas al retorno voluntario".

Unas 12.000 personas que se encontraban en situación irregular en Francia, en su mayoría gitanos rumanos, se acogieron a la "ayuda al retorno humanitario", que era de 300 euros y que fue reducida a 50 ó 30 euros a fines de 2012 por el Gobierno del presidente François Hollande para desincentivar los viajes de ida y vuelta.

En tanto, el jefe del Gobierno italiano, Enrico Letta, en una visita a la isla de Lampedusa, junto al presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, confirmó que el próximo 24 y 25 de octubre las normas migratorias serán tratadas en la asamblea de la Unión Europea en Bruselas.

"Hemos pedido, y tenemos el apoyo de Barroso. Ahora hablaré con (Herman) Van Rompuy (presidente del Consejo Europeo) para que el próximo Consejo Europeo aborde urgentemente este tema, que no estaba en el orden del día", dijo Letta.