"Podríamos reunirnos de nuevo en el mismo formato de Ginebra (en referencia a la reunión de abril de la que participaron EEUU, la UE, Ucrania y la propia Rusia), pero sin el este y el sur (de Ucrania) no tiene sentido", precisó Lavrov.

El canciller ruso aseguró además que esos "manifestantes" quieren ser escuchados e insistió en que las autoridades de Kiev deben desistir de usar la fuerza contra esos grupos, sino "se va a andar en círculos" y no se solucionará la crisis en el país.

Los colegas del ministro ruso, que asistieron en Viena a una reunión del Consejo de Europa, se limitaron por su parte a brindar su apoyo a la celebración de elecciones libres en Ucrania y llamaron a Rusia a no interferir en los comicios programados para el 25 de mayo. Sobre el tema, Lavrov exigió que las elecciones sean limpias y se lleven a cabo en un ambiente no violento.

"En función del cumplimiento de estos criterios decidiremos nuestra actitud respecto a los futuros acontecimientos", indicó. Asimismo, exigió que el Ejército ucraniano se mantenga "neutral" en el proceso político y "no luche contra el pueblo".

En tanto, el gobierno ucraniano rechazó invitar a los separatistas prorrusos a un eventual diálogo para salir de la crisis. "Como gobierno ucraniano representamos a todas las regiones del país", dijo el ministro de Exteriores ucraniano, Andrei Deschitsa en Viena. "De otra forma nosotros podríamos pedir a Rusia que enviara a representantes de Chechenia o Dagestán", agregó.

El jefe de la diplomacia ucraniana pidió a Rusia que deje de interferir en los asuntos de país y que antes del encuentro en Ginebra aclare si apoya o no las elecciones presidenciales convocadas en Ucrania el 25 de mayo.