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El contador del Instituto Nóos, la Fundación que está en el centro de la trama de corrupción que sacude a la monarquía española, confesó que el duque de Palma, Iñaki Urdangarin, y su ex socio Diego Torres tenían control absoluto sobre sus negocios ilegales, una prueba que podría beneficiar a su esposa, la infanta Cristina.

La confesión es toda una sorpresa y se produce después de que el juez del caso Nóos, José Castro, decidió mantener la imputación contra la infanta Cristina al considerar que intervino lucrando en su propio beneficio gracias a los negocios ilegales de su marido y que cooperó de forma "silenciosa" en dos delitos fiscales cometidos por él.

El contador Marco Antonio Tejeiro Lozada, cuñado de Diego Torres, entregó hoy su confesión al juez instructor y ha sido fruto de un acuerdo tras negociaciones secretas con la Fiscalía Anticorrupción, que apeló el procesamiento de la hermana del rey Felipe VI por delitos de blanqueo de capitales y evasión fiscal. El testimonio ratifica los principales indicios delictivos que pesan sobre Urdangarín y Torres, y refuerza la posición del fiscal Pedro Horrach, quien sostiene que ambos son los responsables absolutos de la trama societaria urdida para apropiarse de unos seis millones de euros de fondos públicos, y que la infanta no tuvo ninguna participación.

De acuerdo con el testimonio de Tejeiro, Urdangarín y Torres fueron quienes diseñaron las compañías y dirigieron su funcionamiento. Según el contador del Instituto Nóos, la fundación deportiva nunca fue una entidad benéfica sino que siempre funcionó como una sociedad "mercantil".

Además, sostuvo que Aizoon, la sociedad que Urdangarín comparte al 50 por ciento con su esposa, era una "pantalla" sin actividad alguna y que fue creada para desviar los fondos públicos que el duque de Palma y su ex socio se apropiaron indebidamente a través del Instituto Nóos. En cuanto a la forma de apropiación, el contador del Instituto Nóos señaló que Urdangarín y Torres dispusieron de "información privilegiada" antes de adjudicarse contratos millonarios con los gobiernos valenciano y balear, en manos del conservador Partido Popular (PP).

Tejeiro, quien también está imputado en el caso y cuya confesión le permitirá reducir su eventual pena, detalló cómo se utilizaban facturas falsas entre las empresas de la trama para desviar el dinero público a las cuentas de Aizoon. También aseguró que ambos cabecillas de la trama idearon una trama para esconder ese dinero en paraísos fiscales y pagar menos impuestos.