"Por supuesto, pagar en Buenos Aires es un camino. La Caja de Valores está en condiciones de hacerlo. Efectivamente, ese es un cambio de jurisdicción para los acreedores, pero habría que preguntarse cuál sería la razón para que en el exterior una mayoría se niegue a cobrar", indicó el exfuncionario y agregó que es "difícil que alguien se niegue a cobrar, si uno garantiza la libre disponibilidad de lo que está pagando, en dólares".

En tanto, Lavagna confió en que se produzca en las próximas horas, tras le negociación que encabeza el mediador nombrado por el juez Thomas Griesa, alguna "indicación favorable", como la ocurrida ayer, cuando el juez neoyorquino admitió el pago de ciertos bonos que se habían dado a Repsol y que era imposible de diferenciar de otros anteriores. "Eso es un buen paso, y también haber pagado (el gobierno nacional) la primera cuota al Club de París", definió.

"Es la misma posición del gobierno; uno puede ser muy crítico y muy duro con el gobierno por sus acciones y omisiones, pero a la vez, entender cuál es la prioridad", indicó el exministro. Además, consideró que de no resolverse el litigio con los fondos buitre "a la palabra default hay que ponerle algún agregado, sobre todo si estamos hablando de un país que paga puntualmente al 93 por ciento de sus acreedores".

Por último, Lavagna afirmó que "hay mucha charlatanería del lado del sector financiero, tanto internacional como local, y de algunos que participaron de operaciones catastróficas como el megacanje, que dan lecciones sobre que la cláusula Rufo no tiene importancia".