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La Presidenta recordó que en aquel discurso de San Nicolás, Néstor Kirchner había anticipado que era hora que el mundo le pusiera freno a los fondos buitre y a los "bancos insaciables": "Los mismos que dicen que hay que arreglar a cualquier costa son los mismos que nos endeudaron".

Más adelante, Cristina Kirchner advirtió que las calificadoras "van a tener que inventar una nueva palabra" porque default "es no pagar, no impedir que se cobre". "Este gobierno -recordó la mandataria- renegoció la deuda de la Argentina con el Club de París y pedimos que en 2017 la cuota fuera más baja, y lo hicimos porque no pensamos en (nuestro) gobierno y que reviente el que viene. Pensamos en el país", concluyó.

Cristina afirmó que "no nos negamos a pagar, queremos hacernos 100 por ciento responsable de la deuda de nuestros acreedores, en forma justa y sustentable", y denunció que los fondos buitre rechazaron entrar al canje de deuda "porque quieren la sentencia casi usuraria" que les da 1600 por ciento de rentabilidad.

Asímismo destacó que hoy "más de 100 académicos" pidieron que el Congreso de EE.UU. intervenga, porque (si se cumpliera el fallo de Griesa) van a dañar la plaza financiera (estadounidense) y los países se van a ir a reestructurar deuda a Londres y a Luxemburgo".

La Presidenta aseguró que ella "no piensa repetir la historia de ser 'generosa' y pagar", sin tener en cuenta las consecuencias que puede provocarle al país la aplicación de la cláusula Rufo, "que no tiene solución". "El único ministro de Economía que se reunió con los fondos buitre (para explicar) porqué la Argentina no podía pagar fue Axel (Kicillof)", resaltó la jefa de Estado, quien criticó a quienes le reprocharon al ministro de Economía que las conversaciones con los buitres fracasaron por sus dichos.