Tras la renuncia de Siqueira, que revela los obstáculos que tendrá de ahora en más el socialismo tras la muerte de Campos a menos de dos meses de los comicios de octubre, Silva se defendió diciendo que el alejamiento del histórico dirigente socialista “fue un mal entendido” y que el propio PSB “lo tendrá que esclarecer”.

La ambientalista intentó crear este año un nuevo partido -Red Sostenibilidad (Rede)- para disputar la presidencia, pero el registro fue denegado por la Justicia, lo que la llevó a afiliarse al PSB y ser la candidata a la vicepresidencia en la fórmula encabezada por Campos, cuya trágica muerte conmocionó al al propio partido, que se dividió entre quienes creyeron que Silva era la mejor reemplazante de Campos y quienes sostenían que Silva no respondía a los ideales del socialismo.

Las negociaciones se resolvieron durante el pasado fin de semana y el Comité Nacional del partido anunció en la víspera, tras seis horas de reunión, la conformación definitiva de la fórmula. "Serás tú, Marina, quien de ahora en adelante, como nuestra candidata, hablará al pueblo brasileño, también en nombre del PSB. En ti ponemos nuestras esperanzas de victoria electoral", afirmó en una carta abierta el presidente del PSB, Roberto Amaral.

Según las encuestas, Silva inicia la campaña presidencial con mayores posibilidades de victoria que las que tenía Campos. "Trabajaremos unidos para unir a Brasil alrededor de las cosas buenas. Queremos que las personas asuman las buenas ideas para trabajar en política pública. Yo veo a Brasil con el tamaño que se merece tener", expresó la candidata en su primera intervención en radio y televisión.

Su nombramiento como abanderada del socialismo también cambió estrategias de los principales candidatos. Aécio Neves, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), convocó anoche a una reunión de emergencia de su comité de campaña, en medio de temores de la agrupación a perder el liderazgo opositor. Según consigna la agencia Brasil247, la candidatura de Silva atrae votos de jóvenes y sectores medios que profesaban simpatía por Neves, quien con el nuevo escenario podría perder presencia en ciudades donde la intención de voto a la dirigente es fuerte.

Por su lado, la presidenta Dilma Rousseff, quien busca la reelección, intentó no entrar en controversias ni responder a las preguntas que pueden enfrentarla con la reemplazante de Campos. “El pueblo sabrá qué hacer”, indicó al ser consultada por las últimas encuestas que acercan a Silva al segundo puesto, desplazando a Neves y hasta la ubican en una segunda vuelta con la candidata del Partido de los Trabajadores (PT). “Tengo la costumbre de no comentar encuestas. No doy opinión sobre los candidatos. Tengo un objetivo, aprovechar el momento electoral para mostrar los logros de mi gobierno que no son tan conocidos”, dijo Rousseff.

Sin embargo, Silva se sumergió en la campaña cuestionando al oficialismo. "Los cambios no se pueden hacer de un día para otro", advirtió la ecologista pero remarcó que es necesario mejorar la performance de la economía para atraer más inversiones a Brasil. "Es lamentable que desde 2002 estemos con la amenaza de un apagón; y digo lamentable porque tenemos hace 12 años a la misma persona frente a la política energética de nuestro país, primero como ministra (de Minas y Energía), después como ministra de la Presidencia y ahora como Presidente", disparó. Según la candidata, el déficit energético hay que resolverlo "de forma estructural", con mayor uso de energías alternativas.

Los asesores económicos de Silva, quien será secundada por el diputado Beto Albuquerque, prometen ortodoxa fiscal y políticas favorables a los mercados. "Habrá inversiones en nuestro país cuando tengamos una nueva base política que genere credibilidad", resumió en su primer pronunciamiento como candidata.