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"Estoy bien, mucho mejor de lo que esperaba, bajo tutela del consulado. Por lo menos estoy vivo y estoy bien, voy a disfrutar ahora de estar afuera, de ver gente normal y de poder comerme una pizza, es único", dijo telefónicamente a la agencia oficial Télam Kevin Hoistacher (24), a poco de ser excarcelado por orden de la justicia de la ciudad de Vyborg, en el límite con Finlandia, donde se realizó la audiencia.

Kevin, quien está radicado junto con su esposa en Finlandia, fue detenido el 23 de julio pasado, cuando regresaba de Rusia a su país de residencia en su auto, luego de haber dejado a un amigo en el aeropuerto de San Petersburgo. Cuando conducía hacia Finlandia fue interceptado en un control caminero en la ciudad rusa de Vyborg, cerca de la frontera entre ambos países, y tras requerirle el documento -que era argentino, nuevo y no tenía sellos previos- los agentes aduaneros lo demoraron para analizar si sus papeles estaban en regla.

La policía rusa requisó el auto con perros entrenados en la detección de narcóticos y encontró un cigarrillo que tenía en su interior tabaco y unas hojitas de marihuana. Aunque la dosis que hallaron en su poder era de 1,1 gramos de marihuana, la ley rusa pena la tenencia de estupefacientes y el joven fue detenido acusado de contrabandear droga de un país a otro, un delito que prevé entre 3 y 7 a¤os de prisión.

El joven argentino fue alojado en la prisión de San Petersburgo, donde permaneció alrededor de 50 días detenido hasta hoy, cuando logró ser excarcelado bajo garantía del cónsul argentino en Rusia, Jorge Zobenica, quien precisó que "a pesar de que la fiscalía local se opuso, finalmente la defensa pudo acordar, con la garantía del consulado mediante, que Kevin quede bajo arresto domiciliario hasta el 15 de octubre, cuando se realizará una nueva audiencia, en la que la justicia rusa decidirá si mantiene abierta la causa por contrabando de drogas o la cierra".

El cónsul explicó que hasta entonces le retendrán el pasaporte a Kevin, quien deberá alojarse en un hotel, donde podrá usar todos los medios de comunicación a su alcance y recibir visitas, entre ellas la de su esposa. "El responsable de su situación soy yo, que soy el cónsul y me comprometí a que no va a violar el beneficio y estar disponible cada vez que lo requiera la Justicia", añadió Zobenica.

Mientras tanto, la defensa del joven se concentrará en demostrar que no existió de su parte una conducta tendiente a cometer el delito de contrabando, sino que, a lo sumo, que se lo juzgue por la tenencia de un cigarrillo de marihuana para su consumo personal, delito que en Rusia está penado pero con una reducida escala de prisión.