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"Yo sé, y conozco las Fuerzas Militares como la palma de mi mano, pertenecí a ellas, que no somos capaces de desaparecerlas (a las FARC), como algunos dicen que podríamos hacerlo en los próximos 10, 15 o 20 años. En cambio, con muy poquitos pueden seguir haciendo el terrorismo que están haciendo ahora", advirtió Santos en un acto público en Medellín. "O sea que la paz, tengan la seguridad, es mejor negocio que la guerra. Lo que pasa es que nosotros nos acostumbramos infortunadamente a vivir en guerra", agregó el mandatario.

Santos admitió que entablar una negociación con un grupo alzado en armas es impopular, pues un amplio sector del país sigue creyendo que la mejor forma de acabar con el conflicto armado que afecta a Colombia desde hace cinco décadas es la vía militar. "Unos dicen que cuesta menos seguir en la guerra y acabarlos militarmente que negociar la paz. ¡Qué equivocación¡ Esta guerra nos ha costado enormemente en crecimiento económico", afirmó.

"En crecimiento económico, el país ha tenido un freno que nos ha costado entre el dos y el tres por ciento de crecimiento al año. La paz en promedio, dicen los analistas, las universidades, nos empujaría el crecimiento entre 1,5 y 2,0 por ciento de por vida", remarcó.

"Les aseguro que la paz cambia la faz de Colombia. La cambia para bien. La tenemos a la vuelta de la esquina", dijo el mandatario, tras indicar que el proceso de paz ha avanzado a pesar de la intensificación del conflicto en los últimos meses.

Santos dijo que su gobierno es el que ha asestado los más duros golpes a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en la historia, pues en 50 años de conflicto nunca habían sido abatidos miembros de su cúpula de mando, como ocurrió con los número uno y dos del grupo, alias "Alfonso Cano" y "Mono Jojoy", muertos en bombardeos en 2011 y 2010, respectivamente.

"Tienen mucho menos gente en armas, están mucho más débiles de lo que estaban antes (...), de otra forma no estarían allá negociando en La Habana", dijo. Al referirse a la insistente propuesta de las FARC de pactar una tregua bilateral, Santos reiteró que su gobierno solo la aceptará cuando el proceso de paz llegue a una instancia en la que el cese del fuego sea definitivo. "Yo les he dicho: no señores, cese al fuego bilateral lo tendrán cuando lo tengamos negociado en su totalidad, y cuando avancemos en los demás puntos. En este caso no falta sino el punto de las víctimas, el punto de la justicia, mientras tanto, no", advirtió.

El jefe de Estado indicó que si las FARC se comprometen con el tema de la justicia transicional, el proceso de paz se destrabará y se avanzará rápido no solo hacia el alto el fuego definitivo sino hacia la firma de un acuerdo que derivaría en la desmovilización de esa guerrilla, con alrededor de 8000 miembros.

El gobierno y las FARC negocian desde noviembre de 2012 en La Habana, donde ya han llegado a acuerdos en el desarrollo agrario, la participación en política de los guerrilleros que se desmovilicen y la lucha conjunta contra el narcotráfico. Actualmente discuten el tema de las víctimas, por lo que para llegar al final restaría el ítem de la justicia transicional, el fin del conflicto armado propiamente dicho con el alto el fuego definitivo y los mecanismos para refrendar los acuerdos.

Las FARC anunciaron el miércoles pasado que entre el 20 de julio y el 20 de agosto cumplirán un cese del fuego unilateral para "generar condiciones favorables para avanzar con la contraparte en la concreción del cese al fuego bilateral y definitivo". El grupo había declarado un cese del fuego unilateral e indefinido desde diciembre, pero lo levantaron en mayo a raíz de bombardeos oficiales que dejaron ese mes más de 40 guerrilleros muertos.

El gobierno había ordenado a la Fuerza Aérea suspender los bombardeos, pero levantó esa medida por un ataque guerrillero que dejó 11 militares muertos en abril, cuando las FARC aún mantenían el compromiso de alto el fuego.