Martes, 5 de enero de 2016 | Hoy
21:36 › UNA PERSECUCIóN SIN PISTAS NI RASTROS
Tras ser liberado, el exdirigente de Hinchadas Unidas Argentinas descartó tener cualquier relación con los hermanos Cristian y Martín Lanatta y Víctor Schillaci, aseguró que el allanamiento a su casa no tiene ningún fundamento legal y destacó que el juez de Garantías César Melazo le prometió "ir contra los funcionarios policiales que vendieron pescado podrido". Mallo se calificó como "un animal político", aclaró que participó de la campaña del kirchnerismo con su agrupación, pero aseguró que ni Aníbal Fernández ni Julián Domínguez le dieron trabajo.
A la salida de los tribunales de La Plata, Marcelo Mallo señaló que su detención fue "política" y dijo "desconocer" los motivos. No obstante, advirtió que pudo haber sido "por haber acompañado una causa nacional y popular durante 12 años".
Más adelante, en la puerta de su domicilio, afirmó que creía que el periodista Jorge Lanata, quien ahora vive en Miami, "pagó la nota con Martín Lanatta para manchar a un candidato". Marcelo Mallo, quien en todo momento se definió como un militante político, aclaró que fue funcionario en el municipio de Quilmes en el 91, que trabajó para la precandidatura de Julián Domínguez a la gobernación pero que una vez que Aníbal Fernández ganó las Primarias hizo campaña por él y por Daniel Scioli. Por último, afirmó que "yo trabajo para la gente", y advirtió que la deuda que el actual gobierno provincial quiso aprobar en el presupuesto de 2016, a la que se opuso el Frente para la Victoria, "la terminarían pagando nuestros nietos".
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