Entre las víctimas hay personas de varias nacionalidades, entre ellas, al menos dos franceses, según confirmó el ministerio de Asuntos Exteriores galo. El presidente burkinés, Roch Marc Christian Kaboré, llamó al pueblo de Burkina a tener "valor" y mantenerse "vigilante", y decretó un duelo nacional de 72 horas a partir del domingo.

Los cuatro terroristas que cometieron el hecho fueron abatidos y desde el mediodía las fuerzas burkinesas proseguían el rastreo de posibles integrantes del grupo en las inmediaciones del hotel Splendid y del restaurante Cappuccino. Los atacantes eran miembros del grupo Al Murabitun, basado en Malí y dirigido por Mojtar Belmojtar.

El ataque se produjo dos meses después de otro atentado jihadista en el lujoso hotel Radisson Blu de la capital de Malí, Bamako, en el que murieron 20 personas -entre ellas, 14 extranjeros-, reivindicado por el mismo grupo autor de este último ataque en Uagadugú.

París y Washington, aliados clave de Burkina Faso, condenaron el atentado, al igual que la Unión Europea y Reino Unido. En tanto, la Comisión de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (Cedeao), reafirmó su "determinación para luchar sin descanso contra toda forma de terrorismo en la región", según un comunicado.

"Consideramos (el ataque) dirigido contra cada uno de nuestros países y contra el conjunto de nuestra comunidad", declaró el presidente en ejercicio de la organización regional, el jefe de Estado senegalés Macky Sall, diciéndose dispuesto a tomar "todas las medidas que requiera la situación".