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El Banco Central canceló ayer parte del crédito “repo” (repurchase agreement, acuerdo de recompra) pactado con la banca internacional, al devolver 4 de los 5 mil millones que había recibido en préstamo en enero. Los mil restantes se refinanciaron a una tasa más baja, pasando del 7 a 2,25 por ciento más LIBO (interbancaria de Londres). La cancelación anticipada de parte de este préstamo implicó un desembolso extra del Central de 115 millones de dólares para siete bancos extranjeros que participaron en la colocación de este instrumento financiero. La autoridad monetaria recuperó la disponibilidad del 80 por ciento de los bonos con un valor de 11 mil millones de dólares que había entregado en garantía para obtener el “repo”. La entidad, por el momento, guardaría estos títulos entre sus activos, aunque podría colocarlos en el mercado secundario con el objetivo de hacer subir el nivel de las reservas internacionales.

A principio de año, el Central negoció con la banca extranjera el ingreso de unos 5000 millones de dólares para incrementar su liquidez y tener capacidad de respuesta “ante posibles shocks externos”. La idea fue moderar las expectativas de devaluación del mercado, tras la salida de los controles cambiarios que implicaron un ajuste del dólar de 60 por ciento. En el Central aseguran que, ahora, se encuentran en una situación holgada en materia de liquidez y, por ese motivo, hacen una cancelación anticipada de parte del crédito. “Desde la concertación de estas operaciones, el escenario para la Argentina mejoró de manera significativa, lo cual se tradujo en una importante suba en el precio de sus bonos, una caída de las tasas de interés en toda la curva de rendimiento soberano y, por ende, una caída en el costo de atraer capitales externos”, plantearon a través de un comunicado. Agregaron que “se produjo desde entonces una importante mejora en la hoja de balance de la institución y, habiendo comprado más de 8000 millones de dólares desde el 17 de diciembre pasado, se fortaleció la posición de reservas de tal manera que se redujo la necesidad de contar con liquidez adicional para enfrentar shocks”.

Los argumentos de la autoridad monetaria acerca de por qué se hizo el rescate anticipado del acuerdo generan contradicciones. La entidad plantea que no es necesario sumar liquidez, pero el mismo día en que devolvieron 4000 millones de dólares se le pidió prestado al Bank of International Settlements 2500 millones, que ya se empezaron a registrarse entre las reservas internacionales. A su vez, se renegociaron 1000 de los 5000 millones originales del “repo” con el Banco Santander y el Deutsche Bank AG, monto que a partir de ahora pagará la tasa LIBO más 2,25 por ciento.

Las divisas que forman parte de las reservas internacionales del Central se componen en su mayoría por pasivos con acreedores del exterior o depósitos en moneda extranjera de particulares encajados en la cuenta corriente de la autoridad monetaria. Por caso, la tercera parte de las reservas están formadas por el swap de monedas negociado con el Banco Central de China, mientras que otra parte relevante responde a deuda adquirida por las provincias, la petrolera YPF y el Tesoro, entre otros. Según reveló este diario a comienzos de julio, la “caja operativa” del Central, es decir las reservas disponibles, son apenas el 10 por ciento del monto total. En la jornada de ayer las reservas cerraron en 31.509 millones de dólares (32.509 si se computan los 1000 millones que aun quedaron sin cancelarse del “repo” con la banca extranjera). El jueves el stock de divisas del Central había sido de 29.242 millones (34.242 millones con el “repo”).

Un informe oficial de la autoridad monetaria al que accedió este diario muestra que la compra de dólares en el Mercado Unico de Cambios (MULC) para ahorro (formación de activos externos) ascendió entre enero y junio a 12 mil millones de dólares, cuando había sido de 5,3 mil millones de dólares en el mismo período de 2015, con una suba en consecuencia de 126 por ciento.