Los tres ciudadanos japoneses, dos de 78 años y uno de 76, emigraron a Brasil tras sufrir el bombardeo nuclear de Hiroshima por Estados Unidos, que causó 140.000 muertos el 6 de Agosto de 1945. Regresaron brevemente en los años noventa a Japón, donde les fue reconocido el estatuto de víctimas de Hiroshima, que conlleva asistencia médica gratuita. Pero dicho beneficio les fue retirado cuando decidieron volver a Brasil.

Su querella por "abuso de poder" contra el gobierno local de Hiroshima fue desestimada en 2004 por un tribunal de primera instancia. Pero la Corte de apelación les ha dado ahora la razón, y les ha concedido una indemnización de 2,9 millones de yenes (unos 24.600 dólares). Denegarles el pago de gastos sanitarios "priva las víctimas de las bombas atómicas de sus derechos, lo que resulta sumamente injusto", afirmó el presidente de la Corte, Yoshiro Kutano.

El gobierno nipón anunció en octubre varias medidas para suprimir las discriminaciones que existían hasta entonces contra los supervivientes de las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki residentes fuera de Japón.

Fuente: AFP