"Esta es la primera clínica especializada en todo el país, porque el paco además de destruir, es una adicción que presenta problemas muy singulares", destacó el jefe de Gobierno, Jorge Telerman.

"Casa Puerto", el centro inaugurado esta mañana por las autoridades porteñas, está ubicado en Curapaligüe 571, en un edificio donde antes funcionaba un geriátrico, y cuenta con una primer planta para tratamiento ambulatorio y una segunda para internación con unas 30 camas.

"Este es el centro de referencia que tenemos en la ciudad, desde el cual existe un abordaje específico muy fuerte en relación a este drama de los últimos años que sigue creciendo", señaló Telerman.

Si bien no hay estadísticas reales sobre la cantidad de gente que consume paco en la ciudad de Buenos Aires, la ministra de Derechos Humanos y Sociales, Gabriela Cerruti, dijo que "el consumo subió alrededor de un 200% con respecto a dos años atrás".

La funcionaria dijo que los chicos llegarán a la clínica de diferentes maneras: por derivación de los hospitales o de los centros de atención primaria, o directamente llamando por teléfono o por derivación de la escuela o de algún grupo comunitario, o por las mismas mamás.

Por su parte, el jefe de gobierno remarcó que esta problemática se debe abordar con prevención, con campañas educativas para saber cómo actuar frente a esto, y "entendiendo que quien cae en el paco es una víctima, no se puede hacer un abordaje delictivo".

Durante la apertura de la clínica, un grupo de vecinos reclamó que "se suspenda la inauguración" y luego fueron recibidos en el lugar por Telerman y Cerruti.

Un vecino, que se identificó como Ricardo Ferreira, expresó que "tenemos miedo, porque este centro perjudicará la seguridad del barrio, por eso pedimos su traslado, este es un barrio residencial y por ley municipal no está permitido poner un centro de rehabilitación de adictos".

Luego dijo que "estas personas (los chicos adictos) tendrían que estar en un lugar adecuado para ellos, en una granja, fuera de la Capital Federal, y añadió que el temor que tienen es porque "la mayoría de los adictos tienen antecedentes penales".

Cerruti, en tanto, precisó que "los vecinos tienen derecho a pensar qué es lo que quieren o no en su cuadra, y que además tienen cierto temor a aquellas cosas malas que no quieren que les pase a sus hijos".

La ministra dijo que "la adicción es un problema de toda la sociedad porteña, nadie está excento de que su hijo, su amigo, su hermano caiga en una adicción y por lo tanto me parece que es un compromiso de todos para luchar contra eso".

Sobre la reunión con los vecinos, señaló que "sienten que la clase media porteña ha sido muy castigada en los últimos años, lo cual es cierto, entonces tienen una serie de reclamos que hay que escuchar y ver cuales se pueden solucionar y cuáles no".

Aseguró que el proyecto "continúa pero en el marco del diálogo con los vecinos para que ellos estén tranquilos y sepan que el problema de los chicos con el paco existe cuando están en la calle, pero cuando están atendidos y contenidos, el problema disminuye".

Nota relacionada: Ponen en marcha el primer centro para tratamiento de adictos al paco