La mujer, Patricia Duarte, recordó que el sábado 13, poco después de las 20.30, su hijo Jonatan, de 17 años, sufrió un accidente de gravedad en la intersección de las calles Ayacucho y Luis Maggi, en momentos en que se desplazaba con dos amigos en una motocicleta y fueron embestidos por un camión.

Debido a las heridas, el joven fue trasladado a la ciudad de Santa Fe, donde el personal de la guardia médica lo asistió, pero no lo pudieron derivar a la sala de terapia intensiva porque no había camas disponibles.

Poco después, los médicos informaron a la mujer que Jonatan tenía muerte cerebral, y a las 5.15 reportaron el fallecimiento del adolescente, por lo que la madre pidiió que su hijo sea donante.

En ese momento "nadie se ocupó del tema", dijo la mujer, y, luego de distintos trámites le fue entregado el cuerpo de su hijo.

"Pensé que ahorraron tiempo y le extrajeron los órganos mientras estuvo en la morgue, no me hubiera molestado, pero ni siquiera eso hicieron, revisé el cuerpo de pies a cabeza y no tenía una sóla marca", expresó Duarte.

Después del sepelio en el cementerio de Rafaela, la madre dejó pasar unos días a la espera de que alguna autoridad del hospital le diera alguna explicación de lo sucedido, pero al no tener respuesta alguna decidió comunicarse con el Centro Unico de Donación Ablación e Implante de Organos de la Provincia (CUDAIO) y relató los hechos.

Contó que allí "desconocían totalmente la situación y se comprometieron a brindar una contestación. Al día siguiente me informan que no hubo comunicación entre las partes, no obstante reconocieron que esa misma noche, el personal del CUDAIO estaba en el Hospital. Hubiera preferido que me dijeran que los órganos de mi hijo no servían", afirmó.

"Siento que no sólo murió mi hijo, sino que también aquellos que podrían haber usado su corazón, sus pulmones, sus riñones y vaya a saber cuántas cosas más, ¿Cómo es posible que gasten millones en campañas para concientizar a la gente que done órganos, si cuando yo doné los de mi hijo no los usaron?", criticó.

La mujer tiene otra hija de 16 años, con quien vive en el barrio Central Córdoba, donde tiene una pequeña tienda recientemente inaugurada que su hijo se había comprometido a atenderla, y también enseña danzas.

El subdirector del CUDAIO, Alberto Teper, explicó a medios locales que todavía no se terminó de confeccionar el informe pero las investigaciones determinarían que Jonatan no estaba en condiciones de ser donante.

Según trascendió el deterioro físico general del cuerpo habría imposibilitado la realización de las pruebas preliminares que dicta el protocolo de una ablación, y la viabilidad de los órganos de Jonatan habrían estado seriamente comprometidos.