En tanto, su colega colombiano, Alvaro Uribe, volvió a darle otro mazazo al proceso de paz al afirmar que las FARC no quieren liberar a sus cautivos y que solo persiguen protagonismo político.

Chávez, esta madrugada, le pidió al jefe máximo del grupo rebelde, Manuel Marulanda, que le envíe las pruebas de vida de los cautivos para el canje humanitario.

"Como el proceso ya ha empezado y hay cosas que uno no puede parar, yo espero que las FARC me hagan llegar las pruebas de vida. "Mándamelas Marulanda!", exclamó Chávez, según reportó hoy la agencia Europa Press.

El mandatario habló anoche durante un acto a favor de la reforma constitucional que será sometida a referendo el 2 de diciembre, según recogió la cadena de televisión colombiana Globovisión.

El líder venezolano, dirigiéndose a Marulanda, dijo que si libera a un primer grupo de rehenes creará una mesa diálogo en las montañas de Colombia.

"Si tú decides liberar ese grupo a pesar de lo que ha pasado, yo lo recibo aquí. Los más de 2.000 kilómetros de frontera que tenemos Colombia y Venezuela los recibiríamos con gusto", añadió Chávez.

"Respeto la decisión de Uribe y lo lamento mucho por Colombia", dijo sobre la decisión de Uribe de dar por finalizado su papel de mediador para lograr el canje de 45 rehenes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) por unos 500 guerrilleros presos.

Por su parte, el presidente de Colombia justificó la decisión de cancelar la mediación del mandatario de Venezuela.

"Las FARC quieren protagonismo político, pero no liberar a los secuestrados" manifestó Uribe en la inauguración de una terminal de ómnibus en Bogotá, informó hoy en su página web el diario El Tiempo de esa ciudad.

Uribe lamentó además que el grupo rebelde no hubiera entregado pruebas de vida de los cautivos durante el tiempo de la gestión de Chávez.

Uribe dijo hoy que los guerrilleros "quieren posar como señores de la política, en las capitales internacionales, mientras acá continúan matando" y aseguró que su gobierno hizo todo lo posible por lograr el acuerdo humanitario.

Según el gobierno de Colombia, se decidió cancelar la gestión de Chávez y la de la senadora opositora Piedad Córdoba después de que éstos llamaran por teléfono al general Mario Montoya para preguntarle algunos datos sobre los secuestrados.