Fuentes de la Guardia de Auxilio de la ciudad informaron que el techo de la habitación 10 de la pensión -que tiene 25 cuartos y sólo dos de ellos desocupados- cedió anoche, cuando su único ocupante acababa de marcharse, por lo que no hubo heridos.

También se derrumbó el cielo raso del pasillo del conventillo, ubicado en Brasil 920, sobre un corralón.

Arquitectos de la Guardia de Auxilio revisaron la estructura y comprobaron que todo el edificio quedó comprometido, por lo que sus más de 100 habitantes deben abandonarlo.

Poco después de las 17.30 la mayoría permanecía en sus viviendas, sin saber a dónde serían enviados y qué sucedería con sus hogares y pertenencias, que deberán dejar.

Según una agente de Buenos Aires Presente, "el gobierno porteño les ofrece paradores o centros de evacuados en La Boca, mientras que el dueño de la pensión les ofrece guardar las pertenencias".

Algunas de las paredes de los cuartos tenían numerosas grietas y habían sido reparadas sólo con enduido, mientras que las vigas, de quebracho, estaban podridas pendiendo de varios tirantes, que en caso de ceder causarán la caída de toda la terraza, como sucedió pasadas las 20 de anoche en una habitación.

"El edificio está en estado ruinoso. Arriba incluso hay habitaciones precarias, sin declarar, pero esto cayó porque todo está fisurado debajo de la terraza, por el tiempo y la falta de mantenimiento", dijo el arquitecto Raul Scalise, quien ordenó el desalojo del lugar.

Los expertos evaluaban si será necesario demoler algunas partes para refaccionar el edificio, pero aseguraron que no bastaba ni con un apuntalamiento de emergencia para mantener los techos en pie, "ya que se pudrieron todos los tirantes" y pueden ceder en las próximas horas, indicó Scalise.

"Nosotros no tenemos la culpa. La dueña vive acá, pero se esconde. Nosotros pedimos que nos reubiquen, no estamos en contra del desalojo", aseguró Miguel Rolón, uno de los vecinos.

Alejandra Rosito, que vive al lado de la casa afectada y cuyo hogar es uno de los más comprometidos, dijo: "Tengo las cosas ahí, tengo miedo por eso, y no sabemos adónde vamos".

Los propietarios de la pensión -una mujer que vive allí y un hombre que posee el corralón que está debajo-, fueron intimados por los arquitectos de la Guardia de Auxilio para que durante la estancia de los vecinos en los centros de evacuados se realicen las obras necesarias, indico Scalise.