"El objetivo es llegar a un marco de referencia que permita discusiones dentro de un nuevo ámbito y no poner a los usuarios en el medio de los conflictos", indicó el gerente de Asuntos Públicos de Aerolíneas, Jorge Molina, quien también participó del encuentro.

Molina destacó que "la reunión fue muy buena, productiva, y se delinearon los primeros pasos para comenzar a discutir para llegar a una concertación".

"Asumimos los primeros compromisos que la empresa va a asumir en el pacto social: inversión, incorporación de flota, y modernización de la compañía", precisó el vocero de Aerolíneas.

Puntualizó que "en todas partes del mundo se firmaron concertaciones entre gremios y empresarios que impactaron favorablemente hacia las empresas".

"No es algo que no se pueda hacer en Argentina", afirmó Molina, quien de todos modos estimó que "no es cuestión de días ni de horas, sino de que se haga".

El Gobierno tuvo ayer una reunión similar con la Asociación de Personal Aeronáutico (APA), el primer paso dado por la administración nacional en su misión por solucionar los conflictos laborales sin tener que llegar a la paralización de vuelos, como sucedió en las primeras semanas del año.

En ese encuentro, el titular de APA, Edgardo Llano, acusó al Grupo Marsans -propietario de la mayoría de Aerolíneas- de "falta de inversión", "problemas operativos", "malas condiciones de trabajo" y "carencia de recursos humanos en muchas funciones importantes".

"Expresamos al Gobierno nacional que los últimos acuerdos salariales/laborales con el actual Grupo Marsans no fueron cumplidos en muchos casos y que esta crisis no es producto de los sindicatos sino de los problemas ligados a la gestión empresaria", acusó Llano.

APA representa a 2.800 trabajadores de tierra de Aeropuerto, que van desde atención al público, maleteros, cargas, administrativos, personal de rampa, entre otros.