El subdirector general de operaciones de Spanair, Javier Mendoza, aseguró hoy en conferencia de prensa que no se detectó "ninguna anomalía" en la decisión tomada por la tripulación y el personal de tierra de hacer despegar el avión siniestrado, de acuerdo a la documentación analizada.

Mendoza explicó que el comandante del vuelo JK 5022 regresó el avión a la zona de embarque pese a que ya había alcanzado la pista, luego de haber detectado e informado de un "calentamiento excesivo en la toma de aire".

El servicio de mantenimiento de la compañía Spanair revisó la falla, "siguiendo los procedimientos de los manuales del avión", precisó Mendoza y, una vez "aislado" el problema, se autorizó el despegue del avión, al no haberse detectado ninguna otra anomalía.

El presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, quien hoy visitó a los heridos hospitalizados en Madrid, aseguró que la investigación del accidente aéreo de ayer será "exhaustiva" y "lo más rápido posible".

En una conferencia de prensa en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid, Zapatero subrayó que el gobierno "garantizará todas las actuaciones para que se conozcan las causas y circunstancias de la tragedia, porque es un "derecho absoluto" para las familias de las víctimas y por el interés general y seguridad del tráfico aéreo.

Por su parte, la ministra de Fomento española, Magdalena Alvarez, recordó que si hubo alguna anormalidad estará registrada en las dos cajas negras del avión siniestrado.

Según declaró Alvarez a la radio Cadena Ser, las cajas negras permitirán conocer "por qué el comandante decidió abortar el despegue en un primer momento", y "por qué el servicio de mantenimiento lo autoriza, incluso por escrito, a seguir. Esto es lo más importante".

En tanto, a las 13.45 hora local (8.45 de Argentina) los bomberos dieron por finalizadas las tareas de rescate del avión siniestrado ayer al hallar dos cadáveres que aún estaban desaparecidos, un adulto y un bebé.