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"Juan Manuel Santos se portó extremadamente bien", resaltó Correa durante su informe semanal de labores, comentando que el mandatario colombiano lo llamó por teléfono para expresarle su apoyo en la crisis.

"Colombia y Perú enseguida cerraron las fronteras", recordó el jefe de Estado sobre la medida que ambos países adoptaron en solidaridad con su gobierno y que fue levantada el viernes.

Quito y Bogotá llevan adelante un proceso para la normalización plena de las relaciones diplomáticas, reactivadas en noviembre de 2009 tras 21 meses de ruptura debido a un ataque militar colombiano contra una base de la guerrilla de las FARC en Ecuador, el 1 de marzo de 2008, que dejó 25 muertos.

Durante la insurrección, que según el ministerio de Salud dejó ocho fallecidos y 274 lesionados, los policías retuvieron a Correa por varias horas en un hospital al que ingresó tras ser agredido por manifestantes.

El presidente fue rescatado en una operación de soldados y policías leales, que libraron un duro enfrentamiento a tiros con los sublevados, quienes pedían la derogatoria de una ley que aseguran afecta sus prestaciones.