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La figura del ex mandatario, conocido por sus iniciales FHC, estuvo ausente en la campaña tucana -incluso no llegó a grabar ninguno de los espacios televisivos de campaña-, a pesar de que su gobierno son referencia permanente de la candidata oficialista Dilma Rousseff y del presidente Lula da Silva.

La ausencia por parte de Serra de una defensa más fuerte de la que realizó hasta hoy del gobierno de Cardoso generó críticas hacia el interior del partido, lo que comenzó a ser revertido en la campaña de la segunda vuelta.

Esta primera aparición de Cardozo fue en ocasión de un acto de declaración de apoyo a Serra por parte de integrantes del Partido Verde de San Pablo, agrupación que llevó el 3 de octubre la candidatura presidencial de Marina Silva.

El domingo, Silva declaró su neutralidad para la segunda vuelta del 31 de octubre y el partido liberó a todas sus regionales de poder concertar los apoyos que respete las afinidades locales.

En el acto, el ex mandatario declaró que "los más sensibles que están dentro del Partido Verde y en el movimiento ambientalista están en fila cerrada con José Serra. Ellos saben que no es lo mismo votar por Dilma o por Serra".

Antes de aparecer junto a Serra, el ex mandatario dijo a la prensa que es "totalmente electoralista" la declaración del presidente de Petrobras, José Gabrielli, quien había afirmado en una entrevista que el gobierno tucano tenía preparada la privatización de la empresa estatal.

"Nunca estuvo en nuestros planes la privatización de Petrobrás. Nosotros transformamos esa empresa en lo que es hoy", afirmó Cardoso al considerar "lamentable que (Gabrielli) se meta en política de esa manera, con injurias, con infamias y con mentiras".