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"El jefe de Gobierno porteño confesó que `le daba miedo` hacerse cargo del subte, pero tampoco puede dar respuesta a los maestros en su jurisdicción, ni sanear la infraestructura de las escuelas y hospitales, ni resolver la recolección de basura y la limpieza de la ciudad", añadió.

Garré definió al jefe de gobierno como "el ministro de bicisendas y de parques públicos de los barrios acomodados", y apuntó que "el macrismo tuvo una reacción histérica ayer al romper, otra vez, los acuerdos en los que contraen obligaciones; si Néstor hubiera tomado esa actitud negligente en 2003, habría devuelto el país a De La Rúa".

"Asumen por escrito la administración de los subtes, después dicen que descubrieron desinversión y que por eso no lo quieren. Que no estaban enterados de la reasignación de policías, a pesar de que se viene discutiendo el tema desde enero y que se los notificó por escrito, en dos oportunidades", reseñó.

El gobierno nacional "no le saca el pecho a las balas, sino que asume los desafíos de la gestión y los resuelve. Desde 2003 hemos encarado los desafíos más acuciantes en las condiciones más desventajosas y nunca pensamos que un problema podía ser tan grave que debiéramos sacárnoslo de encima. No seleccionamos de la realidad nacional los problemas que vamos a resolver como si fuéramos invitados o turistas", indicó, y cuestionó que el gobierno porteño "asume las funciones ejecutivas que se le da la gana y las que no sabe resolver, las rechaza".

"En el fondo se saben incompetentes para gestionar y se proponen hacer nada hasta la próxima elección presidencial, jugando con sus aliados de los medios a nuestro desgaste, pero en el medio están los ciudadanos, números en la contabilidad del macrismo, son el sujeto central de nuestra acción de Gobierno y el objetivo de nuestra gestión", destacó Garré.