Al referirse a las palabras de la jefa de Estado durante la apertura de sesiones legislativas, el jefe de ministros aseguró que ésa es "una asignatura pendiente que forma parte de la agenda democrática" y consideró que en algunos casos las protestas "tienen raíz política partidaria de actores políticos y sociales con el objeto de afectar la credibilidad del Gobierno".

En ese marco, puntualizó que el Gobierno "ha hecho en 11 años un gran esfuerzo para resolver problemáticas de salud y educación", y recordó que desde 2003 se generaron 6 millones de puestos de trabajo, bajó la desocupación a 6,4 por ciento y mejoró el salario de los trabajadores".

"Es importante que todos diseñemos un mecanismo para que el derecho a protestar sea congruente con la convivencia civilizada", concluyó Capitanich.