UNIVERSIDAD
Guerra de consultas para levantar la toma en la UBA
Los alumnos de Sociales apoyan levantar la toma la semana próxima. Siguen disputando las agrupaciones. Conflicto por Sociología.
Por Javier Lorca
Con un repentino afán plebiscitario, las agrupaciones estudiantiles de Sociales disputan ahora por consultar a la mayoría de los alumnos. La pregunta que repiten, curso por curso, es si se levanta o no la toma del Rectorado de la UBA. Hasta ahora, la respuesta mayoritaria es sí. Durante esta semana, pasaron dos propuestas por las aulas. La del centro de estudiantes, conducido por el MRS (un frente de izquierda e independientes), consiste en concluir la toma el martes próximo a la tarde. Y la de la Asamblea Permanente de Sociales (con mayoría del MST, PTS y PO) sugiere levantar transitoriamente la medida el miércoles desde las 7. En ambos casos lo que se pretende con el desalojo de la sala ocupada desde hace 37 días es permitir, ese miércoles, que se reúna el Consejo Superior, a la espera de una declaración respecto de las demandas estudiantiles. No obstante, la sesión del consejo se haría en la Facultad de Derecho. Además, las negociaciones para destrabar el conflicto pueden complicarse por la decisión que el consejo tomaría respecto de la carrera de Sociología.
“La diferencia entre levantar la toma a las siete de la tarde del martes y levantarla a las siete de la mañana del miércoles es la diferencia que hay entre reformistas y revolucionarios”, se ironizaba ayer en el entorno del decano de Sociales, Federico Schuster.
El Movimiento Refundación de Sociales (MRS), desde el centro estudiantil, lanzó su consulta el lunes pasado. En las aulas, sometió a votación la propuesta de levantar la toma el martes y esperar a que, tras ese gesto, el Consejo Superior dé alguna respuesta. Ayer, la conducción del centro informó que se llevaban consultados 104 cursos (con un promedio de 60 alumnos por cada uno): el 80 por ciento estaba de acuerdo con dejar la ocupación; el 15 por ciento se abstuvo; y el 5 restante se opuso a concluir la medida. “Si, después, el Consejo Superior y el rector no nos dan ninguna respuesta, vamos a volver a pasar por los cursos para resolver cómo seguimos nuestra lucha”, dijo Víctor Taricco, de El Mate.
Enfrentadas a la conducción del centro de estudiantes, las agrupaciones nucleadas en la Asamblea Permanente inicialmente se opusieron a la consulta: “Es violatorio del mandato de la asamblea. Los estudiantes en la toma repudiamos esa consulta”, dijo Eduardo Malach (MST), consejero superior. Pero otra asamblea, el martes a la noche, resolvió lanzar otra consulta, diferencia horaria de por medio, en la que, además, se pedía la opinión de los alumnos sobre los cinco puntos reclamados. “Nosotros no planteamos levantar la toma, sino suspenderla desde la mañana. El miércoles a la noche vamos a hacer una asamblea para decidir”, explicó un miembro de la Asamblea Permanente.
La aspiración de los estudiantes es que, una vez levantada la toma, el Consejo Superior pueda sesionar y tratar las principales demandas estudiantiles: un aumento del presupuesto y un edificio único para Sociales. Entre los otros tres puntos reclamados hay uno que podría considerarse solucionado y dos en una situación muy compleja. El primero era el pedido de más becas de ayuda económica. Justo en medio de la toma, se aprobó un nuevo régimen de becas, mejores en calidad y cantidad. Más problemático es el pedidos de que la universidad retire las pruebas presentadas ante la Justicia contra dos alumnos implicados en la quema de urnas ocurrida en 1999, en Sociales. En el entorno del rector Guillermo Jaim Etcheverry no lo creen posible. La otra cuestión que complicará todo es el proyecto que, anteayer, aprobó la Comisión de Interpretación y Reglamento del Consejo Superior para encomendarle a Sociales “que proceda a regularizar la situación de la Dirección de la Carrera de Sociología”. Justamente, uno de los puntos reclamados en la toma es que la universidad no intervenga en la carrera, donde, tras el reclamo estudiantil de elección directa, y con la oposición de la mayoría docente, se designó una codirección integrada por un profesor y un auxiliar docente. La comisióncriticó esa designación por no existir la figura de codirección y por incluir a un auxiliar, cuando el estatuto indica que las funciones de gobierno deben ejercerlas profesores regulares. Para defender la codirección, se recordó que, como la universidad y su estatuto no reconocen a las juntas de carrera, mal pueden regularlas. El miércoles, el consejo deberá resolver esto con su voto.