Martes, 6 de agosto de 2013 | Hoy
UNIVERSIDAD › MóNICA BELTRáN, AUTORA DE LA FRANJA. DE LA EXPERIENCIA UNIVERSITARIA AL DESAFíO DEL PODER
En esta entrevista, Beltrán analiza el derrotero de la agrupación estudiantil desde la recuperación democrática, su rol como “semillero de dirigentes” y las diferencias entre la Franja porteña y sus expresiones en el interior del país.
Si había que escribir la historia de una agrupación política universitaria, ésa era la de Franja Morada. Así lo considera la periodista Mónica Beltrán, autora del libro La Franja. De la experiencia universitaria al desafío del poder, recién publicado por Aguilar. En esta entrevista de Página/12, Beltrán dice que la historia de Franja “es la historia de la universidad argentina”. Analiza la trayectoria de la agrupación durante las últimas décadas y destaca que ha sido un “semillero de dirigentes políticos”.
–Hay una fundación oficial, en Rosario, en 1967, cuando un grupo de personas integrado por socialistas, anarquistas, liberales y algunos radicales forma una agrupación que se llama Unión Nacional Reformista Franja Morada. Eso es lo oficial. El que lidera ese movimiento es el Gogo Arteaga. Pero cuando comencé a estudiar los orígenes, me di cuenta de que habían ido surgiendo casi simultáneamente varias Franjas, y que había listas con el nombre Franja Morada casi desde comienzos de siglo, después de la Reforma de 1918.
–El radicalismo ganó las elecciones del ’83. La universidad estaba intervenida, arancelada y tenía examen de ingreso. Todos los conceptos reformistas estaban absolutamente violados. Ellos defendían la vida pacífica, frente a una universidad que había vivido un clima muy vinculado con la violencia y con la lucha armada. Además, era la juventud que había seguido ligada a los centros de estudiantes, porque la estructura del radicalismo estaba más entera que la de los otros partidos que tenían participación en la guerrilla y estaban más desmembrados. El radicalismo se renueva en el ’72 con la figura de Alfonsín, con lo cual tenía renovación de sectores. En las universidades empezaron haciendo actividades culturales y deportivas, como en la Facultad de Económicas de la UBA. Empezaron a unir estudiantes con la estrategia de movilizarse políticamente bajo la consigna de “somos la vida, somos la paz”.
–Un primer momento es cuando Alfonsín es su líder absoluto, cuando se defiende el tema de la normalización de las universidades. Luego tienen una etapa de mucho resquebrajamientos y peleas con Alfonsín. La Franja de los ’80 sufre una división interna muy importante. En Córdoba, el sector liderado por Carlos Vicente se escinde por izquierda de la Corriente Nacional de Liberación. Eran sectores que estaban en contra del giro político de la economía que había dispuesto Alfonsín, y por las leyes de obediencia debida y punto final.
–En las universidades, el principal opositor de la Franja en la década del ’80 venía por derecha: los sectores liberales liderados por Alvaro Alsogaray. El peronismo, adversario histórico de los radicales, estaba totalmente desmembrado. El radicalismo es un partido de clase media y de universitarios, por eso tiene dirigentes tan formados. El peronismo, en cambio, ha sido un partido de sectores trabajadores de más arraigo territorial, y por eso la universidad fue siempre un ámbito más vinculado con el radicalismo. Los peronistas no defendían el reformismo, ni el sistema de centros de estudiantes. En cambio, Franja Morada recupera todo el ideario reformista. La historia de Franja Morada es la historia de la universidad argentina.
–En la UBA existía la Franja shuberoffista y la Franja que no estaba con Shuberoff (Oscar, rector de la UBA entre 1985 y 2002). La Franja de la UBA llegó a tener en esos momentos muchísimo protagonismo. Un presidente de la Federación Universitaria de esos años, como Daniel Nieto, se sentaba a discutir con los diputados los programas más taquilleros de la época. Pero 2001 fue fatal para la Franja Morada de la UBA.
–En la Facultad de Económicas de la UBA hubo varias denuncias que involucraban a Franja en hechos de corrupción. La Franja de la UBA, así como fue muy exitosa en los ’90, fue más desprestigiada en 2001 que la del interior. Además, algo importante es que la Franja es hija del interior del país. Si había una agrupación universitaria de la que había que escribir la historia, era la de la Franja Morada, porque todas las demás no tienen la continuidad y el valor que tuvo Franja. Además, Franja fue un semillero de dirigentes, del radicalismo, pero también de otros partidos políticos. Pero en el partido radical la Franja no tiene el reconocimiento que debería tener. Más allá de que hoy la FUA esté fracturada, la Franja sigue conduciendo la FUA orgánica desde 1973 hasta la fecha. En cambio, al radicalismo no le ha ido bien en las elecciones.
–El peronismo ya rompió en otras oportunidades con federaciones universitarias, como ocurrió en los ’70, cuando se creó la Federación Universitaria de Liberación Nacional. Hoy el movimiento estudiantil ha perdido protagonismo y creatividad.
Entrevista: Federico Funes.
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