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Por Néstor Gaggioli *

La Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) hizo una denuncia sobre lo que podríamos llamar el “affaire Levato”, una carta enviada en 1976 por el Dr. Levato –actual asesor de la Secretaría de Ciencia y Tecnología (Secyt)– a la revista Nature defendiendo a la dictadura militar. Al día de hoy, dicha grave revelación tuvo escasa repercusión en la comunidad científica y ello no deja de sorprender. ¿El caso no es relevante o hay alguna razón por la cual es mejor no hablar de ello? Probablemente todos hemos leído el artículo de Página/12 sobre este tema (25/11/03), pero leer los originales de Nature resulta aún más impactante y, como lo señalé en mis reflexiones divulgadas entre la comunidad científica, más grave de lo imaginado. Las respuestas del Dr. Levato y del Ing. Del Bono (titular de la Secyt) son curiosas. No explican nada ni manifiestan arrepentimiento alguno, tiñendo de impunidad esta situación.
Lo que me preocupa sobremanera es la escasa reacción de la comunidad científica y las características de la misma. En numerosas oportunidades colegas científicos han escrito entusiastas discursos en defensa de la democracia. Hace pocos días hubo un interesante debate sobre los derechos humanos de los extranjeros en los EE.UU. ¿Qué sucede aquí y ahora? Sólo hubo unos treinta comentarios relacionados con este tema sobre alrededor de 20 mil investigadores adheridos a las redes de difusión científica en Internet. De estos comentarios, más del 70 por ciento me fueron enviados a mi correo electrónico. No puedo sino agradecer los mensajes de apoyo que he recibido, pero algunos tenían cierto aire a condolencias. ¿Por qué muchos colegas me alentaban como si no se consideraban partícipes de la misma denuncia? ¿Estaremos ante una comunidad enferma? Si es así, ¿cuál es la enfermedad? Es cierto que estamos en una situación particular en la que algunos colegas están posicionándose para tener poder (y dinero para sus laboratorios) y todos sabemos lo que puede el dinero, pero hacerse los distraídos ante esta situación... Me pareció algo muy fuerte, realmente muy fuerte.
Las características de algunos mensajes de apoyo me hicieron reflexionar nuevamente. ¿Se tendrá miedo?, me pregunté. ¿A quién? ¿A los militares? No creo. ¿A los Levatos que no han enviado sus cartas a Nature? Probablemente. ¿Existirá un miedo residual a cualquier cosa? Puede ser, pues la mayor parte de las veces no sabemos por qué nos rechazan un subsidio o un ascenso. Además, todo es secreto, como en la época de la dictadura. Yo también tengo miedo a sufrir alguna de estas represalias.
Muchas personas que opinan en las redes científicas se quejan de lo oscuro de las evaluaciones, ¿será que se han visto frente al origen de sus miedos? Esto indicaría que somos una comunidad muy débil y enferma y que los que se destacan no serían los mejores sino los que por alguna razón no tienen miedo. No olvidemos que el propio Dr. Levato recibió un premio Kónex. ¿Por qué habrá sido? No podemos pasar el resto de nuestra vida con miedo de quienes, siendo culpables, no han sido juzgados y muchas veces ocupan cargos en el Estado. Debemos luchar para desterrar la oscuridad y fortalecernos como comunidad.

* Investigador del Conicet, vicepresidente de la International Commission for Optics.