UNIVERSIDAD
La construcción del ingeniero que necesitará la Argentina en 2010
Con apoyo de Educación, las carreras de Ingeniería inician un proceso de reforma curricular y actualización de contenidos.
Por Javier Lorca
Las carreras de Ingeniería del país están definiendo sus contenidos curriculares y el perfil de los graduados que necesitaría la Argentina para el año 2010. La discusión comenzó en el seno del Consejo Federal de Decanos de Ingeniería (Confedi): la idea predominante es que las carreras deben fortalecer la formación básica, actualizar los planes de estudios con las recientes innovaciones tecnológicas y agregar materias de cultura general, para darles un perfil más humanístico. En el mismo sentido, los decanos del Confedi están consensuando con la Secretaría de Políticas Universitarias los ejes de un Programa de Mejoramiento de la Enseñanza de la Ingeniería, que se pondrá en marcha el año que viene para apoyar a “un campo profesional clave para el desarrollo económico” nacional, regional y local.
El programa se dirigirá a atender, entre otros, los siguientes problemas detectados por Educación y representantes de las carreras:
- Necesidad de modernizar los planes de estudios evitando la especialización excesiva de las carreras y fomentando los ciclos básicos comunes.
- Bajo rendimiento de los alumnos; deficiencias en ciencias básicas; fracaso en los primeros años.
- Falta de formación y actualización en los docentes; déficit de infraestructura y equipos.
- Escaso vínculo con la industria y los servicios, así como con otras instituciones educativas.
El programa de apoyo se instrumentará desde 2005. Incluirá becas y fondos para incentivar el desarrollo de redes entre instituciones. “La intención es tomar como insumo los resultados de las evaluaciones realizadas, más el programa de desarrollo de áreas regionales prioritarias, más lo que plantee el Confedi, para formular un programa que mejore la calidad de las carreras y las articule con las demandas de la sociedad y el sector productivo”, dijo Juan Carlos Pugliese, secretario de Políticas Universitarias.
Los contenidos y estándares mínimos que rigen actualmente a las 394 carreras de Ingeniería del país fueron definidos entre 1992 y 1997, y constan en el llamado Libro Azul. “A partir de las evoluciones y avances tecnológicos de estos últimos años, hemos visto la necesidad de actualizar los contenidos y adaptar la ingeniería argentina a las nuevas condiciones”, explicó Daniel Morano (San Luis), presidente saliente del Confedi.
La mira fue fijada en el 2010, porque para entonces habrán vencido las primeras autorizaciones otorgadas por la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (Coneau) tras examinar a las instituciones (un proceso que ha generado múltiples conflictos y resistencias: ver “La toma continúa”). Procesos similares de actualización curricular de la ingeniería se están desarrollando en la Unión Europea (donde también se apunta al ingeniero del 2010) y en los Estados Unidos (el foco mira al 2020). Como calculan que la definición requerirá al menos un par de años, en el Confedi se abrió la discusión este año y ya se pautaron talleres para el próximo.
¿Cuáles serían los cambios respecto del Libro Azul? “En general, se pretende acordar una fuerte formación básica, que incluya matemática, física, química, también una fuerte formación en tecnología y un pantallazo al conocimiento de las aplicaciones, que se vuelven obsoletas en pocos años. La formación básica debería servirle al ingeniero para poder adaptarse a esas modificaciones y actualizarse permanentemente.” Además de la incorporación de nuevos desarrollos y tecnologías, un cambio radicaría en la suma de “una formación integral, no sólo técnica sino que incluya también cultura general, comprensión y expresión oral y escrita, para mejorar la formación integral de los ingenieros”, comentó Morano, que en el último plenario del Confedi fue sucedido por Enrique Arnau (Jujuy). Si bien el debate entre las facultades recién comienza, parece haber acuerdo respecto de la duración de las carreras: seguiría siendo de cinco años, a diferencia de la tendencia europea hacia el grado de tres años y el posgrado de dos. “En Argentina no estamos en condiciones sociales de que los últimos años de estudios sean arancelados.” El Confedi aspira a que el grado de cinco años argentino sea equivalente al master europeo.