UNIVERSIDAD
La única facultad de la UBA que está perdiendo a sus estudiantes
Además de tener la matrícula más baja de la universidad, Odontología perdió un 20 por ciento de alumnos. Una carrera cara.
Por Javier Lorca
Es la facultad de la UBA con menos estudiantes y, además, es la única que perdió alumnos en el mismo lapso en que la universidad en su conjunto experimentaba un incremento del 16 por ciento en su matrícula: entre 2000 y 2004, la cantidad de alumnos de la Facultad de Odontología cayó un 20,8 por ciento. Para el decano Máximo Giglio, “puede haber muchas causas, pero una de las principales, seguramente, es la económica. Odontología es una carrera muy cara”. Los estudiantes coinciden, pero creen que hay otros factores al mismo nivel, como la existencia de materias filtro y la prolongada duración real de la carrera. Una buena noticia para la facultad es que sus alumnos, aunque escasos, son los que exhiben mayor actividad académica en la UBA.
Conocidos la semana pasada, los datos del último censo estudiantil de la UBA (2004) indican que Odontología tiene 1964 alumnos, el 0,7 por ciento de los 294 mil de la universidad. El relevamiento censal anterior, realizado cuatro años antes, había hallado 2460 alumnos que estudiaban para ser dentistas. En aquel momento, la matrícula de Odontología había aumentado un 10,6 por ciento respecto de 1996, pasando de 2224 a 2460 alumnos. Sin embargo, llevando la comparación más atrás se puede observar que el declive de los aspirantes a odontólogos viene de antaño, al menos en la UBA. De hecho, es la única facultad de la universidad que hoy tiene menos alumnos que en 1958: por entonces, el censo universitario había contado 3485 alumnos de Odontología, sobre una matrícula total de 58.684 alumnos en la casa de estudios.
El decano dijo a este diario que los datos censales aún no fueron analizados y reconoció que “la facultad está tecnológicamente preparada para recibir más alumnos”. Giglio estimó que el alto costo puede estar disuadiendo a muchos estudiantes: “Odontología es una carrera muy cara mientras se está cursando, y después también requiere una inversión fuerte para empezar a trabajar profesionalmente”. El vicepresidente del centro de estudiantes, Ariel Vergara (AFO), cree que la caída de la matrícula se relaciona con “un problema multifactorial”, uno de cuyos factores es el económico. “Con la crisis de 2001 y la devaluación, se agravó todo. Gran parte de los insumos que necesitamos para estudiar son importados –contó-. Una cureta que antes salía 10 pesos ahora sale 38. Hay equipos nacionales, pero la calidad no es la misma. En primer año no hay muchos gastos en equipos. Pero ya en 2º hay que comprar un montón de instrumental. Un kit rotatorio sale más de 800 pesos.”
Otro factor podría ser la duración de la carrera: “Teóricamente, tenemos el Ciclo Básico Común (CBC) y cinco años. Pero el CBC, más de la mitad de los estudiantes lo hace en dos años. Y la carrera solamente el 15 por ciento la termina en la duración teórica. Entonces terminan siendo siete años de carrera. Y se produce un círculo vicioso: el costo se incrementa con la duración”, comentó Vergara. “También puede tener alguna incidencia que la facultad comparta el CBC con Medicina y con Farmacia y Bioquímica. No sabemos qué impacto tiene, pero creemos que muchos alumnos podrían estar yéndose a esas facultades”, agregó Giglio, que planea proponer una reforma del CBC para las carreras del área de salud, “para diferenciar a Odontología de alguna manera”.
Si bien son pocos (y cada vez menos), los alumnos de Odontología registran los mejores indicadores de rendimiento, según el mismo Censo 2004. La facultad tiene el porcentaje más alto en la UBA de alumnos que el año pasado realizaron actividad académica (es decir, cursaron materias o rindieron exámenes): el 95,1 por ciento, cuando el promedio de la universidad es el 87,5. En el mismo sentido, estos alumnos muestran el mayor promedio de materias cursadas en el año: cinco asignaturas, ante una media de tres. El perfil de dedicación full time al estudio (ver aparte) se vincula con las exigencias del plan de estudios. Para el centro de estudiantes, allí reside otra causa de la fuga de alumnos. “Hay problemas con algunas materias que funcionan como filtros en primer año, que es cuando se va la mayoría de los estudiantes –opinó Vergara–. El sistema de correlatividades es tan estricto que si te va mal en Anatomía, Bioquímica o Histología casi no podés seguir cursando. El problema no es que hay menos personas estudiando odontología, sino que hay menos estudiando en la UBA. Porque hay facultades privadas que están aumentando sus alumnos. Algunas ofrecen carreras más cortas, a veces en detrimento de la calidad. Esto es grave. La universidad pública está dejando la salud bucal de la población en manos del sector privado.”