ECONOMíA
El pote, el frasco y el tetra están sin control
Los precios de los envases de alimentos y bebidas aumentaron hasta el 294% desde la devaluación. Una o dos empresas dominan el mercado. Estudian medidas.
Por Maximiliano Montenegro
Cada vez que se les pregunta a los productores de alimentos y bebidas cuál es el aumento de costos más significativo que justifica las subas de precios coinciden en señalar el potecito, el sachet, el frasco, la botella o la latita, en fin, el envase. Según un estudio oficial, al que accedió Página/12, cada uno de esos sectores de insumos está dominado por 1 o 2 empresas, que aprovechan su condición monopólica u oligopólica para fijar valores exorbitantes. Los precios de los distintos envases se incrementaron en hasta un 294 por ciento desde la devaluación.
Hace tiempo estaba de moda un juego de mesa llamado “Monopoly”. El concepto era simple: ganaba el que se quedaba con todo. En Argentina el “Monopoly” ya se jugó en varios sectores, y ganaron un puñado de grandes empresas –locales y extranjeras– que en esos “mercados” hacen y deshacen a su antojo. El caso de los llamados insumos de uso difundido –plástico, papel y cartón, metal, vidrio, madera– con que se fabrican los envases de alimentos y bebidas es paradigmático.
El informe oficial, al que accedió este diario, dice que estos mercados presentan “estructuras típicamente oligopólicas” y tiene por objetivo “identificar a las empresas participantes” para “evaluar el proceso de formación de precios”. Los principales conclusiones son las siguientes:
Envases plásticos: Se calcula que en la elaboración de gaseosas, agua mineral y otras bebidas no alcohólicas, el envase de materiales plásticos representa el 15 por ciento del valor del bien final. Hay distintas clases:
- PET (bebidas gaseosas, y otras bebidas no alcohólicas): “El único productor local es Voridian, empresa internacional perteneciente al grupo Eastman”.
- PVC (botellas de aceite y agua mineral): “Existe en la actualidad un único productor local. Se trata de la firma Indupa Solvay (Bélgica), que ostenta el 72 por ciento del mercado. El resto se abastece con importaciones”.
- Polietilenos (Bolsas): PBB Polisur, controlada por Dow Chemical y Repsol YPF, concentra el 50 por ciento de la producción de “la resina plástica más demandada”.
- Tetrapack: La empresa Tetra Pak SA –que produce el famoso Tetra Brik y fabrica envases para “leche, yogures, jugos, bebidas de fruta, vinos y puré de tomate”– controla “el 100 por ciento de este tipo de envases”. Según el informe del Gobierno, esta situación “constituye una alerta para que las autoridades competentes monitoreen el mercado y los comportamientos de los agentes”.
Desde la salida de la convertibilidad, el precio del PET –con que se fabrica el envase más masivo– creció en 234 por ciento, y sólo en el último año aumentó 31 por ciento.
Envases de vidrio: “El vidrio es envase, fundamentalmente, de cervezas y vinos, y representa entre el 10 y 12 por ciento del precio final”.
“Según fuentes del sector la producción también se encuentra fuertemente concentrada. Se estima que más del 50 por ciento de la misma se encuentra en manos del grupo Cattorini Hermanos (Ex Rigolleau)”, afirma el documento oficial.
Desde la salida de la convertibilidad, los envases se vidrio se encarecieron un 106 por ciento, registrando un alza de 11 por ciento en el último año.
Envases de papel y cartón: “La incidencia del packaging en los costos de la industria alimenticia es significativa. Concretamente, en la producción de lácteos el papel y cartón representa el 5 por ciento del precio final; en la producción de gaseosas, aguas y otras bebidas no alcohólicas, el 4 por ciento; en azúcar, el 4 por ciento; en bebidas alcohólicas, el 4,3 por ciento; y en productos de panadería, 3,7 por ciento”.
Este mercado estaría liderado por tres empresas. Según el Indec, los precios de los envases de papel y cartón crecieron 116 por ciento desde la devaluación.
Envases de hojalata: “El principal oferente es una empresa detrás de la cual se encuentra Siderar, y domina ampliamente el mercado”, sostiene la investigación. El miércoles, la subsecretaria de Defensa del Consumidor, Patricia Vaca Narvaja, se reunió con directivos de Siderar –empresa del Grupo Techint–, quienes se comprometieron a no elevar los precios de la hojalata, con que se producen las latas en que se envasa desde duraznos hasta pescado.
Sin embargo, el precio de la hojalata de Siderar aumentó 294 por ciento desde la devaluación, y nada menos que 39 por ciento en el último año. Con semejantes ajustes, una empresa monopólica se apropia de ganancias extraordinarias de una manera tan fácil como le puede resultar a un experto tirador cazar en un zoológico. Por eso, hay quienes creen que el Estado debería utilizar instrumentos más potentes que la persuasión para lograr que los popes de Techint rebajen sus precios.
Envases de aluminio: Aluar es el único productor primario de Aluminio y destina a la exportación más del 70 por ciento de su producción. Dos empresas dominan el mercado de la fabricación de latas de aluminio para cerveza y gaseosas.
Desde la devaluación, el precio del aluminio subió 124 por ciento, registrando en el último año un salto del 16 por ciento.