Docentes, estudiantes y trabajadores de la sede que tiene la UBA en Tucumán 3177 reclaman “una inmediata solución edilicia que asegure la continuidad en integridad de las actividades académicas, de sus cursos y cátedras en condiciones dignas”. Es que la sede dejará de ser alquilada por la universidad –como venía ocurriendo en los últimos años– y su inminente desaparición generó inquietud entre los alumnos y docentes del Ciclo Básico Común, la Facultad de Ciencias Sociales, la de Ciencias Económicas y el Centro Cultural Rojas, que realizan actividades académicas y de extensión en el edificio. “A pesar de la incertidumbre creada por esta situación, todos nos hemos propuesto luchar por una misma razón: conseguir un espacio adecuado en zona céntrica con las condiciones necesarias para poder estudiar”, indica el comunicado de los estudiantes. Ante las quejas, el rectorado de la UBA informó que “luego de intensas negociaciones con los propietarios del edificio, se ha convenido la renovación transitoria del alquiler de ese inmueble hasta el 1º de septiembre de este año”. Después de esa fecha, el edificio será devuelto y “se redistribuirán las actividades que allí se realizan en edificios propios de la UBA, garantizándose su continuidad y la de todos los puestos de trabajo del personal”. Para evitar que se repitan situaciones similares en el futuro, la UBA ratificó “como política la utilización de los edificios y espacios propios con que cuenta la universidad... en lugar del alquiler de inmuebles, lo que ocasiona importantes erogaciones del presupuesto”.