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Jubilados

Lunes 22 de diciembre, 2 días antes de Nochebuena, comienzo de Januka para la colectividad judía. 13 horas a pleno rayo del sol en un banco de Capital Federal. Una larga cola de jubilados y pensionados se divisaba desde la cuadra anterior. Obviamente, toda la gente era mayor de 65 años.

Me acerco para realizar una consulta como apoderada de mi abuela acerca de su jubilación y me encuentro con una escena bastante indignante. Un montón de personas amontonadas en la puerta del banco con una cola por detrás de más de 100 personas preguntando sobre los $ 200 que el Gobierno otorgó como “plus”.

La persona encargada de informar acerca de esto era un policía, que trataba de manejar a la gente, la cual no entendía bien cómo hacer para poder cobrar ese famoso “regalito”. Les decía que hicieran la cola que ya iban a entrar.

Había mucha gente con problemas de salud que no podía estar parada, por lo tanto la posibilidad de cobrar dependía de si dentro del banco había sillas disponibles y si no tenían que volver otro día.

Entro en el banco y me encuentro con otra escena. Una señora que me dice si le puedo cuidar el lugar en la cola para realizar un trámite ya que tenía 98 años, acababa de recuperarse de una operación en la espalda y se sostenía con bastón. Había otra señora casi desmayada acompañada por una empleada del banco. ¿No sería importante cuando se piensa en beneficiar a la gente, pensar en todos los aspectos? ¿Y que la policía no sea la encargada de informar, en vez de cumplir su función, que es la de resguardar la seguridad de la gente? Pareciera que hay muchas cosas más allá de un plus ante situaciones de esta índole.

Este tipo de situaciones son las que, con 28 años, hace que piense y piense por quiénes estamos gobernados desde hace muchos años y cómo nunca se puede lograr pensar en más de una cosa a la vez a la hora de actuar a favor del pueblo...

Luciana Yechua

DNI 28.463.845