En 1955, apenas unos meses antes de ser derrocado, Perón inaugura el ciclo lectivo con un discurso donde se hace fuerte hincapié en la alfabetización como un “deber” ineludible de los ciudadanos. Dice: “Cada argentino que conozca a un analfabeto debe ‘empeñarse’ en que éste aprenda”. Este discurso es reflejo de la concepción que considera el índice cero de analfabetismo como paso principal para lograr la inserción de la Argentina en el contexto del mundo capitalista. La Presidenta de todos los argentinos, Cristina Fernández, hace pocos días anunció un plan que promete para el 2013 una computadora portátil (netbook) para cada estudiante secundario de las escuelas estatales. Es importante remarcar este acto de gestión, no sólo como una apertura a una mejor calidad educativa que llega de la mano del acceso a estos instrumentos, sino también como acción que desnuda la intencionalidad política y las concepciones de la actual Presidenta de la Nación. Se trata de prevenir el analfabetismo funcional. Logrará sin duda que el día de mañana, cuando el manejo de software y programas de computación sean indispensables para la inserción laboral, los que hoy son jóvenes estén preparados y listos para dicha inserción.

Mariano Lieutier

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