Yungas

Escribo esta carta horrorizada por el abismo entre una campaña política abundante en promesas y banderas de compromiso y la situación real de nuestro país.

Mi nombre es Ana Paula y soy estudiante universitaria en la ciudad de Buenos Aires. Me enteré casi de casualidad (por los medios de comunicación) de los desmontes forestales que están haciendo indiscriminadamente en la región de yungas (selvas) en Salta, con el objetivo de plantar soja y trigo.

Para quienes no conozcan esta región, es uno de los pulmones que nos quedan en el noroeste argentino. Yungas es una enorme región compuesta por numerosísimas especies autóctonas de plantas, insectos y animales. Muchos científicos de todo el mundo se sitúan en sus orillas (porque en muchas zonas es impenetrable) para estudiar las increíbles especies que este reservorio ecológico alberga. Ya han sido desmontado el Chaco y parte de las selvas en todo el norte argentino por papeleras como Ledesma. Ahora no es una papelera. Se trata de propietarios que (no sabemos cómo) tienen derecho sobre esas tierras valiosísimas para desmontar y sembrar trigo y soja. Todos sabemos el desastre ecológico que esto puede traer. Además de la pérdida y extinción de especies autóctonas de flora y fauna (entre ellas el puma y el yaguareté), esto acarreará irremediables cambios climáticos para esta región: sequías, inundaciones y, por lo tanto, más hambre y más miseria.

Me pregunto, ¿acaso el presidente de nuestra nación, el señor Néstor Kirchner, no está al tanto de las irregularidades bestiales que cometen los gobernadores de las provincias, entre éstas la de Salta? Este hombre, ¿con qué criterio se jacta de haber superado la etapa “vendepatria” del menemismo?

Les pido a los medios que colaboren con la difusión de esto y que por favor ayuden a impedirlo. Hoy, con mis veintitrés años, tengo la esperanza de poder dejarles a mis futuros hijos un mundo habitable. Todavía podemos evitar la destrucción de nuestro planeta.

Ana Paula Marangoni
DNI Nº 30.531.164