Como se afirma en la web de la Comisión de Derechos Humanos de Corrientes (www.cpdhcorrientes.com.ar), la homilía de monseñor Castagna del domingo 18 de noviembre es “una inaceptable reedición” de la teoría de los dos demonios, equiparando la búsqueda de justicia con “revanchismo” cuando, como ya hemos dicho: no hubo un solo hecho de “justicia por manos propias” por parte de los damnificados por el terrorismo de Estado. Como en el juicio al genocida Von Wernich, la jerarquía de la Iglesia vuelve a equivocarse. Un antecedente y van... En la homilía del domingo 28 de octubre, monseñor Castagna dijo: “Es lamentable que el responsable de acciones delictivas no manifieste el mínimo arrepentimiento. Es mucho más lamentable la soberbia de quienes se erigen en ‘virtuosos’ jueces de los otros, albergando, al modo de virtudes, graves irresponsabilidades en el ordenamiento de una sociedad que debe ser justa y fraterna. El Evangelio abre el camino del cambio y de la verdad, en la actitud de un pecador que se arrepiente, en oposición al maléfico fariseísmo que ahonda el abismo del odio. Es propósito de nuevos protagonistas suturar las heridas que se han producido y que parecen reabrirse por causa de irresponsables actitudes de injusticia y de venganza”. En la misma homilía hubo una extraña concepción de cómo se “debe interpretar la ley”, ilustrada en esta frase: “No podemos negar que, en algunas ocasiones, una interpretación rígida de la ley positiva arroja por la borda el espíritu evangélico que se manifiesta en el comportamiento ministerial de Jesús y de sus apóstoles”. La solidez de la causa RI9, la profunda coherencia de los testimonios de las víctimas de la dictadura en Corrientes nos debe hacer reflexionar: ¿No es lo mejor buscar la reconciliación por medio de la Verdad y la Justicia? ¿Por qué debería ser necesario cometer el pecado de la mentira o el silencio cómplice? El espíritu con el que los jueces deben aplicar las leyes no está escrito en la Biblia o el Corán. Las sociedades teocráticas pertenecen al pasado inquisitorial. El espíritu de las leyes se desprende del Código Penal y la jurisprudencia argentina, la Constitución Nacional y las leyes. Los representantes de la Iglesia son hombres y, como tales, imperfectos y susceptibles de cometer errores. Afortunadamente, existen otros sectores, como la Conferencia Argentina de Religiosas y Religiosos (Confar), que pidió “perdón” en nombre de la Iglesia Católica e hizo una “valoración esperanzadora” del reciente juicio contra el ex capellán policial Von Wernich, a quien incluyeron entre los “responsables del terror y la violenta represión” en la última dictadura: “Una vez más pedimos perdón por las veces que, como Iglesia de Jesucristo, no supimos estar cerca de los crucificados y por quienes se han manifestado más en complicidad con los victimarios que en solidaridad con las víctimas.”

Diego Cazorla Artieda

D.N.I. Nº 17.248.905