Miércoles, 27 de febrero de 2008 | Hoy
Soy de Merlo, provincia de Buenos Aires, y como muchos amigos me encuentro sorprendida y contrariada por la cantidad de pintadas que se están viendo en el oeste del conurbano, y específicamente en la localidad de Merlo, con imágenes pronazis, esvásticas y mensajes racistas y a favor del Holocausto. Asimismo, hemos encontrado fotologs de adolescentes con fotos de Hitler considerándolo “ídolo” y menciones por el estilo. Pienso que esto es algo que ninguna sociedad debe tolerar y que el silencio ante estas manifestaciones de intolerancia es síntoma de la falta de memoria acerca de las atrocidades a las que pudo conducir durante el siglo XX la intolerancia extrema en manos del poder. Este mensaje es una interpelación para que a través de los medios se puedan mostrar y repudiar estas manifestaciones. Rocío Otero |
Sueldos docentesSoy maestra suplente del área de Educación Inicial, perteneciente al gobierno de la ciudad de Buenos Aires, tal vez mejor debería decir que trabajo como docente porque cada vez que, con motivo de la paritaria, hablan de “los docentes” siento que se refieren a muchos colegas pero no a mí. Realicé la primera suplencia el 28/05/07 (anteriormente trabajaba en el ámbito de la educación privada). Dejando de lado las vacaciones de invierno, trabajé casi sin interrupción hasta el 10/12/07 (aunque en suplencias cortas). En esos siete meses de trabajo cobré en su totalidad $ 3135,78 (SAC y aguinaldos incluidos). Sorpresa mía cuando comencé a recibir (con dos meses y medio de atraso) los recibos de sueldos de los días trabajados. Por suplencia de tres días cobré $ 49,19, por una de una semana $ 116 y habiendo trabajado un mes casi completo al llegar a fin de mes me depositaron $ 164,84. Por lo tanto, cuando escucho hablar de “lo que cobran los docentes”, “del sueldo inicial de $ 1040” me hace sentir en una realidad completamente distinta a la que vivo día a día. No es necesario tomar una calculadora para darse cuenta de que no llego a fin de mes. Ya casi acostumbrada a la falta de respeto a mi profesión por parte de los sucesivos gobiernos y dirigentes, sólo pretendo que no se generalice y se hagan visibles los tantos casos como el mío que deben existir. Creo que no es muy difícil aclarar que cuando hablan de “los maestros” en realidad están hablando de “algunos maestros”. Pocos, muchos, no lo sé, aunque sería interesante conocerlo. Beatriz López |
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