CONTRATAPA

Identidad

“Cuando los sumisos y obsecuentes más se someten al poder para buscar supuestos beneficios, más el poder los humilla y los desprecia. El poder desprecia la obsecuencia siempre y obtiene placer en humillar a los sumisos.” (Shakespeare, 1611)

Por Eduardo “Tato” Pavlovsky *

Las frases del genial dramaturgo inglés cobran hoy en nuestro país más vigencia que nunca.
Todavía asombrados y avergonzados de las “relaciones carnales” de Carlos Menem con Estados Unidos –y no repuestos todavía de la posterior sumisión abyecta de Fernando de la Rúa– al leer párrafos de la carta de nuestro presidente al presidente norteamericano no podemos dejar de permanecer atónitos.
Es probable que el miedo de nuestro presidente a gobernar sea grande, pero estoy seguro de que con el tiempo dicho documento se convertirá en la carta de mayor sometimiento, sumisión y pérdida de dignidad nacional que un Jefe de Estado haya escrito jamás a otro Jefe de Estado. Nunca un país que paga el precio de la pérdida de su identidad cultural para obtener favores de otro país, puede levantarse como país soberano en su economía. Nunca.
Vaya un solo párrafo como ejemplo: “Estamos firmemente comprometidos en dejar de lado, lo más rápido posible medidas transitorias de corte dirigista, que hemos heredado o nos hemos visto obligados a tomar”.
Perdón. Perdón. Perdón.
Con estos párrafos Duhalde afirma que seguirá aplicando el modelo económico neoliberal de libre mercado que sugiere Washington –y que se compromete a afianzar la construcción del ALCA– prioridad numero uno de Estados Unidos hacia América latina. Todo.
Hace dos meses le escuche afirmar al señor presidente que si él estuviera en el poder terminaría con el modelo neoliberal de mercado que tanto daño había hecho a nuestro país durante los últimos años, y se ofrecía como modelo de cambio. Increíble. Como para creer en la clase dirigente. Como si la impostura y la entrega fueran poco, aparece Carlos Ruckauf prometiéndole a Colin Powell que cuente con nosotros para votar en contra de Cuba en Naciones Unidas en mayo próximo. Y Martín Redrado ofreciéndose para la “sanción a la única dictadura que hoy queda en América Latina”.
Pero todavía había que decir algo más para sellar la entrega. Y afirma Redrado entonces: “La Argentina se compromete a trabajar duramente para que el pueblo cubano sea libre”. ¿Era necesario tanta rebaja moral, tanta ignominia? ¿Tanta sobreactuación?
Habrá que leer todo esto en diferentes perspectivas.
El Departamento de Estado teme que un polvorín se propague en América Latina. Ya lo ha manifestado. Y allí estarían dispuestos a ayudarnos de cualquier forma. Colombia es un buen ejemplo. Por eso hay que denunciar, desde antes, la posibilidad de “fabricar” una anarquía social que no existe. Reuniones en plaza de Mayo y cacerolazos como el que fue convocado para hoy no son “actividades de los zurdos”. La mayoría de los participantes no pertenece a ningún partido político, y cualquier intento de negar una manifestación en Plaza de Mayo correría el peligro de reeditar una versión 2002 de aquel Ezeiza de 1973.
No olvidemos, porque en la Argentina todo pasa hoy muy rápido. Estemos atentos. Nada más que atentos. Ya lo aprendimos en la dictadura: es mejor ponerse un poco paranoicos que ser negadores.

* Actor y dramaturgo.

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