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Herencia
Agradezco a este diario la oportunidad y el espacio que me brindan para poder contar mi situación, que es la de cientos y cientos de familias de Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay, Chile, Puerto Rico y de otros países más.
Hace poco más de 25 años comenzó esta odisea cuando un grupo de abogados se contactó con nosotros por ser posibles herederos del comendador Domingo Faustino Correa, quien había muerto a fines del siglo XIX en Brasil, dejando una cuantiosa fortuna. Luego de mucho papeleo nos confirman la descendencia y comienzan viajes, más trámites y cambios de abogados.
Pasan los años, la ilusión es imposible de manejar y quienes “supuestamente nos representan” en este caso sólo nos informan escasamente y siempre el mismo discurso: “... que en marzo ...que en diciembre ...que ya sale”; para colmo, la distancia siembra más desinformación y angustia.
Gracias a Internet comenzamos a comunicarnos con otros herederos y nos dimos cuenta de que todos estamos iguales; sólo un abogado argentino radicado en Asunción (Paraguay) brinda “algo” de noticias, pero en concreto estamos en la oscuridad total.
Por eso escribo esta carta, tal vez en representación de los miles de personas que hace 25 años que sufren este desconcierto y esta angustia. La intención no es la de denunciar a nadie, sólo la de buscar apoyo por parte del Estado o de quien lo represente (diputados, cónsules, ministros o secretarios). Creo que luego de tantos años de espera y desinformación, todas las familias involucradas necesitan que este tema salga a la luz, deje de estar en instancias “privadas” para tener alguna forma de supervisación u orientación estatal y así poder saber dónde realmente estamos parados en esta herencia. Siento que necesitamos ayuda para conocer la verdad y que el Estado no puede permanecer a un costado, que debería ayudarnos.
Mariela Martínez
DNI 21.952.961